El Senado mexicano aprobó el martes 5 la investigación con embriones humanos crioconservados. Así se contempla en el proyecto de Ley de creación del Instituto Nacional de Medicina Genómica. El debate se produjo en torno al artículo 7 bis de la citada ley, que contempla la posibilidad de investigar con lo que denominan "células troncales". Durante el debate se produjeron 11 intervenciones, 6 a favor y 5 en contra. Sólo el gubernamental Partido de Acción Nacional (PAN) se opuso a someter a cobayas a los "frigonenes". Su portavoz, Marco Antonio Xicoténcatl, se mostró claramente volcado en la defensa del ser humano desde el momento de la concepción. El resto del arco parlamentario aprobó el proyecto. Se trata del PRI, PRD, PV, PT y Convergencia. Al final, la votación quedó en 59 votos a favor y 39 en contra.

 

Los senadores del PRI, Elías Moreno y Dulce Mª Sauri, aclararon que el proyecto legislativo "no significa la autorización de la clonación", aunque previamente desde las filas de su partido se escucharon voces que defendían la clonación mal llamada terapéutica. Ahora, la Ley tendrá que regresar al Congreso, y los pro vida confían en que el presidente Vicente Fox haga uso de su capacidad presidencial de veto. De momento, cientos de ciudadanos mexicanos se han dirigido a su presidente a través del portal www.yoinfuyo.com para pedirle que vete una norma que contradice la tradición mexicana de defensa de la vida humana.

 

En paralelo, la presión de la industria norteamericana resulta fortísima. Estados Unidos no permite la investigación con embriones humanos y aspira a investigar en el vecino del sur. Lo mismo que han hecho con la industria contaminante. México se juega la soberanía y la dignidad. Y tras el traspié de la Cámara Alta, la última palabra la tiene el presidente Fox. Esperemos que el pulgar esté hacia arriba.