El pasado 18 de octubre el Senado de Chile aprobó un Acuerdo en el que se refiere al respeto a la soberana voluntad democrática del pueblo vasco y se menciona la actual situación española con respecto al terrorismo de ETA como proceso tendiente a terminar con el flagelo de la violencia y de la división en el País Vasco.

Con estos términos el Senado chileno adopta una postura que, como poco, puede considerarse un intento de permanecer en la equidistancia, sin tener en cuenta que la neutralidad ante la injusticia resulta igualmente sangrante.

El Senado de Chile ignora por una parte que esa violencia y esa división afectan a toda España. Conviene por tanto recordar que es precisamente España la nación afectada, pues aún sigue existiendo como tal, y que, a diferencia de otros países, unos ponen la violencia y otros ponen los muertos.

Por esta razón la asociación Hispánitas anima a escribir a la Embajada chilena en España para que sus senadores revisen la postura adoptada.