Nos quejamos de la televisión privada, en su mayor parte telebasura, controlada por el Duopolio de la telebasura, y hay razones para hacerlo. Al menos la tele pública suele ser más elegante. Ojito: ser más elegante no significa ser más verdadera, ni tan siquiera más rigurosa… ni menos manipuladora.   

Ejemplo, crónica reiterada en todos los telediarios del pasado jueves sobre el primer año de Francisco como Papa (en la imagen). RTVE nos habla del nuevo estilo de un Papa querido por todos… y a continuación secuestra el mensaje de Francisco con una manipulación tan burda como esta: el nuevo Papa se distingue por "la comprensión hacia los homosexuales y hacia las mujeres que han abortado. Un giro que enfurece a los sectores más conservadores y tradicionalistas porque cuestionan cosas consideradas hasta ahora intocables".

¡Pero qué intocables ni qué puñetas! Vamos a ver, son los católicos, a los que la abortera televisión pública del PP considera tradicionalistas y carcas, quienes han creado el movimiento provida que atiende a las mujeres en peligro de abortar; es la Red Madre, trufada de católicos, quien atiende a las mujeres que han abortado y sufren el síndrome postaborto. Por cierto, especialidad que a la Sanidad pública le importa un pimiento, porque sería tanto como reconocer que el crimen del aborto tiene consecuencias sobre el hijo pero también sobre la madre.

Son los psiquiatras y voluntarios católicos carcas quienes intentan que los homosexuales salgan de su infierno, y es obligatorio, desde que se disparó el homosexualismo, para un católico, abrir los brazos a quien sufre, no esa enfermedad, sino esa inmoralidad homo: el mundo gay es poco gay. Y esto lo han machacado tanto Juan Pablo II, como Benedicto XVI, como Francisco.

De hecho, la actitud de Francisco es la misma que la de sus dos antecesores, tanto en aborto como en homosexualidad: odiar al pecado y amar al pecador.

Insisto, Francisco es un Papa mártir porque su mensaje ha sido secuestrado por sus presuntos 'amigos', que manipulan sus palabras hasta la creación del mito Francisco, que el propio pontífice se ha visto obligado a denunciar.

No se apuren demasiado por la manipulación de RTVE. En seguida enseñan la patita. Tras la crónica desde el Vaticano, los informativos de RTVE exhibían la guinda: un argumento de autoridad, el del teólogo progre (algo mucho más tonto que un obrero de derechas) Juan José Tamayo, otro empeñado en no ser Papa para no perder el don de la infalibilidad. Y naturalmente, Tamayo se quitó la careta y pasó de alabar al Papa -nada tan destructivo como el elogio- a amenazar al Papa: según Tamayo, las reformas de Francisco "no serán creíbles si no incluyen cambios sobre los homosexuales y los divorciados vueltos a casar". Ya saben: Rey soberano será si hace nuestra voluntad".

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com