Ya lo hemos repetido muchas veces: para secuestrar a un Papa se manipulan sus hechos y sus palabras. Con el viaje a Israel y Jordania se ha repetido la escena. Ojo al dato. El diario El País, en portada, anuncia: "Francisco deja la puerta abierta a que los curas puedan contraer matrimonio".

Por el mismo precio, Juan Bedoya (se ruega no hacer rimas fáciles con su apellido) nos informa que ya hay un centenar de curas casados que ofician misa en España".

Es verdad, Juanito. Y te diré más: son miles, no 'cienes', los defraudadores al Fisco, los chorizos, los corruptos y los infractores de tráfico. Eso pasa por ser un país de 46 millones de ciudadanos, pero te aseguro que no significa nada.

Volvamos a la crónica del corresponsal, insigne comecuras -como casi todos los corresponsales en Roma-Vaticano de la prensa española- Pablo Ordaz: resulta que lo que ha dicho Francisco -pero para enterarse hay que leer el texto- es que el celibato sacerdotal es "un don para la Iglesia que yo lo aprecio mucho"

Pero los manipuladores se aferran a que el celibato no es un dogma. Por supuesto, como tampoco rezar es un dogma. Pero si no rezas, lo habitual es que te condenes.

Dios es amor, por tanto, cuando de amor se trata no se puede hablar de cumplir las normas -los dogmas-, sino de entregar la vida. Ser cristiano no consiste en cumplir los dogmas sino en amar a Cristo.

¿Por qué la historia de la Iglesia es la historia hacia el celibato Pues no porque sea dogma, sino porque se entiende que forma parte del amor a Dios y a los hombres, al menos por los siguientes motivos:

1. Por amor a Dios renuncio a formar una familia.

2. Por amor a los hombres me dedico a ellos 'full time'. La dedicación del casado a su cónyuge y a sus hijos recuerda la separación, en el Colegio apostólico, siglo I, entre apóstoles y diáconos. De las cuestiones materiales se encargaban estos últimos para que los compañeros de Pedro pudieran dedicarse a la predicación y a los sacramentos.

Y, casualmente, la pregunta al Papa a través de los medios amplificadores deviene de una carta enviada por 26 mujeres (o sea, es un problema global de dimensiones planetarias) que conviven con sacerdotes  para que deje de prohibir un "vínculo tan fuerte y hermoso". (¿Por qué las progresistas y los progresistas son tan cursis).

No me ha quedado claro si el vínculo referido es el matrimonial o el sacerdotal. Al parecer, las firmantes de la misiva -una multitud, como creo haber dicho antes- quieren mantener el vínculo matrimonial pero no el sacerdotal, que consideran menos fuerte y menos hermoso.

Y estoy convencido, claro está, de que las abajo firmantes son entusiastas partidarias del divorcio

Por lo demás, así, en castizo: ¿a usted le gustaría ser conocido como el hijo del cura

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com