La entrada de otros operadores en el mundo de la TV, ahora que Tele 5 y A-3 TV baten sus marcas de beneficios, debería haber puesto en pie de guerra a los dos grandes operadores: el italiano Silvio Berlusconi, en su ratos libres primer ministro italiano, y el principal editor de España, José Manuel Lara.

Sin embargo, el conservador Berlusconi continúa manteniendo en Tele 5 una línea más próxima al PSOE que al Partido Popular, y el también conservador José Manuel Lara, presidente de Planeta, está secuestrado por el Gobierno Zapatero y, especialmente, por el Tripartito catalán. Las presiones del presidente catalán, el socialista Pascual Maragall, para que Lara prescindiera de Luis María Ansón en La Razón han dado resultado, al igual que las exigencias socialistas para que Onda Cero no fuera especialmente crítica con el poder (a pesar de que en su equipo directivo figuran piezas clave del sector informativo público durante la etapa socialista). Y la presión continúa: Lara ve peligrar el desarrollo de su negocio de libros de texto, así, y esto es lo más importante, como su negocio inmobiliario. En Génova, sede del Partido Popular, tienen claro que ya no pueden contar con el que fuera editor y amigo personal de Ana Botella y José María Aznar. Son otros tiempos.