MAFO quiere otorgársela, pues fue el único postor en la subasta, pero rechaza la ingeniería contable que pretende Josep Oliú: computar las preferentes como recursos propios, así como el 'goodwill'. Mientras, Santander y Caixa presionan para declarar la subasta desierta. El supervisor se niega al troceo

El Banco de España no puede abrir una subasta para otorgar la CAM, que se presente un solo postor, el Sabadell, y luego declararla desierta. Además, sería ya la última humillación hacia un gobernador como Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) que ha perdido todo su liderazgo y que encarece día a día el coste de la desastrosa reforma bancaria para el conjunto de los españoles. Por eso, lo más lógico sería otorgárselo al Sabadell, el único que no se echó atrás.

Además, MAFO está empeñado en que Santander y Caixa no se salgan con la suya, pues reclaman que la subasta quede desierta y, al mismo tiempo, Oliú, muy listo, quiere que le computen las preferentes como 'core capital' y 'el goodwill". Además, de ello, 24.000 millones para el Esquema de Protección de Activos (EPA) y otros 14.000 millones en liquidez. Mientras, Santander y Caixa presionan por el troceo y el BBVA sólo le interesa Catalunya Caixa.

Ahora bien, no a cualquier precio. En otras palabras, la oferta de Josep Oliú, presidente del Sabadell, tiene aspectos inaceptables, sobre todo dos. Empezando por el final, podríamos decir que la entidad catalana quiere quedarse con la CAM sin poner un euro. Y todo ello, a pesar de reclamar 24.000 millones de euros como esquema de protección de activos (EPA) y otros 14.000 millones de liquidez que sí, que también tienen un coste, al menos en calidad de lucro cesante. Y, de postre, los 2.800 millones ya aportados por el sector público tras la intervención de la CAM.

Los dos requisitos de Oliú que no acepta Banco de España son los siguientes. El primero, que se les permita computar las participaciones preferentes como 'core capital'. Esto contradice todo el espíritu de la doctrina europea y de Basilea sobre recapitalización, a fin de cuentas, las preferentes son de sus titulares, no del banco.

La segunda condición es otro truco de ingeniería contable. Se trataría de que permita al Sabadell introducir el 'goodwill' como capital. Es decir, el Sabadell estaría comprando una entidad con un activo de 3.000 millones de euros en libros. Por tanto, si están comprando por debajo del valor teórico contable se produce un fondo de comercio negativo -lo que se conoce en contabilidad como "diferencia negativa de primera consolidación"-. Por tanto, en el acto de comprar se está generando un beneficio que me comprometo a convertir en reserva, a efectos de coeficiente de recursos propios. Ni que decir tiene que este dinero es tan de mentira como el Monopoly.

Total que Sabadell compraría la CAM sin pagar un euro. ¿Puede aceptarse? ¿Por qué no? El desastre de la reforma bancaria da para esto y para mucho más. Y por cierto, al Banco de España se le acaba el tiempo. Prometió que dictaminaría en diez días y la subasta terminó el 25 de noviembre.

¿Eran días naturales o laborales? Si se trata de días de labor, en el caso del Banco de España el plazo puede finalizar con las uvas, pero no está claro de qué año.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com