• Récord de asistencia desde que se iniciaron las cumbres en 1991.
  • Los ausentes: Raúl Castro (Cuba); Hugo Chávez (Venezuela); José Mujica (Uruguay); Otto Pérez Molina (Guatemala), Federico Franco (Paraguay) y Cristina Fernández (Argentina).
  • El Gobierno español le imprime un sesgo meramente económico a la Cumbre, olvidando la hispanidad y el idioma.
  • España sigue siendo el segundo máximo inversor en la región. Aunque ahora el objetivo es potenciar a las pymes españolas en Hispanoamérica.
  • Se pretende crear el Centro Iberoamericano de Arbitraje para mediar en litigios entre empresas.
Recordarán el vídeo que el Rey de España, don Juan Carlos I, filmó con motivo de la XXII Cumbre Iberoamericana, en el que deseaba "que de Cádiz todos salgamos más unidos como comunidad, mejorando los mecanismos de diálogo entre nosotros e incrementando la integración y la cooperación entre nuestros gobiernos".

Pues bien, el momento ya ha llegado. Entreeste viernes y mañana día 17 se celebra la Cumbre Iberoamericana en Cádiz  -la tercera que celebra España tras Madrid (1992) y Salamanca (2005)- y donde el Rey ha echado el resto para contar con la mayor parte de jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos.

El resto de la Familia Real también hizo su parte: los Príncipes estuvieron el mes pasado en Panamá y Ecuador y la Reina en Bolivia. Don Juan Carlos (en la imagen) es el único mandatario que ha asistido a las 22 cumbres iberoamericanas, desde Guadalajara (México) en 1991, creadas a iniciativa de España y México ese mismo año. Y hace muy bien. El Rey de España siempre ha de ser el máximo valedor e impulsor de estas cumbres, por motivos sentimentales e históricos. Aunque a don Juan Carlos a veces se le olvide destacar los valores de la Hispanidad, que recoge perfectamente en este artículo Alejo Fernández.

Las únicas ausencias son las de siempre, el comunista cubano Raúl Castro; el marxista venezolano Hugo Chávez (aunque es posible que por motivos de salud); la del presidente uruguayo, José Mújica, de 77 años, también por motivos de salud; la de Otto Pérez Molina (Guatemala) por el reciente terremoto en su país; la de Federico Franco (Paraguay), una inasistencia inducida, para evitar el boicot de sus vecinos; y la de Cristina Fernández (Argentina). Todos ellos serán sustituidos por los vicepresidentes o cancilleres. Por lo demás, récord de asistentes.

En el caso de esta última, la versión oficial es también la salud, aunque todo el mundo sabe que la operación del ejecutivo argentino contra Repsol, arrebatándole YPF, ha traído nubarrones entre ambos gobiernos. No obstante, es destacable la calidez -al menos de puertas hacia afuera- con que la presidenta de Argentina se refiere al Rey de España: éste "me trató con mucho cariño como siempre y me dijo 'te vamos a extrañar'" a lo que ella le respondió "a la próxima nos veremos majestad".

Respecto al contenido de la cumbre, puede decirse que se ha reducido prácticamente a lo económico. Y en ello ha jugado un papel protagonista el Gobierno de España, al que parece que lo único que le interesa de estas cumbres es el dinero y los negocios, la pela; olvidando cualquier otra referencia axiológica: como la importancia de los valores de la Hispanidad (el mestizaje entre razas, el cristianismo como clave en la idiosincrasia hispana), el idioma español en el mundo, etc.

Pero no, para Mariano Rajoy y José Manuel García-Margallo lo importante es la pela. La veintena de excolonias prevé crecer un 3,2% y casi un 4% el próximo año. Y, ciertamente, un informe de Analistas Financieros cifra la inversión española en Iberoamérica en 90.000 millones de euros en los últimos años, dirigida, fundamentalmente, a cuatro países, Brasil, México, Chile y Argentina. España sigue siendo el principal inversor europeo en la región y el segundo a escala mundial. Y aunque la inversión extranjera de España se ha reducido significativamente por la crisis, los países de esta región siguen siendo un destino importante de la inversión exterior directa, con un aumento del 65% en el año 2011; y el 25% de su inversión exterior. Santander y BBVA, por ejemplo, obtienen la mitad de sus beneficios en los mercados financieros de Hispanoamérica; y en la actualidad el Ibex-35 factura el 24 % de sus ingresos en América, según La Razón. 

Aunque uno de los objetivos principales del Gobierno español para esta cumbre es potenciar a las pymes españolas en Hispanoamérica. Intentará pactar medidas que faciliten la entrada de estas empresas. Para ello pretende que se adopte una 'Carta Iberoamericana de Pymes'. También está en la agenda el compromiso de potenciar el intercambio de profesionales cualificados entre los países iberoamericanos, una política que debería culminar con la agilización de visados.

En este sentido, Panamá, Brasil, México y Chile son los países preferidos para los jóvenes españoles, según un informe de la consultora Randstad. Más de 50.000 españoles dejaron el país el año pasado, un 80% más que antes de la crisis. Y de ellos al menos 9.000 hicieron las maletas con destino a Iberoamérica, cuando en 2006 fueron 3.600. De hecho, Jesús Gracia, secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, decía en El País: "Queremos facilitar la emigración de jóvenes españoles a Iberoamérica".

Por todo ello, la Declaración Final y el Plan de Acción que rubricarán hoy los 22 países participantes están ya casi listos para que los mandatarios puedan dedicar su tiempo a idear fórmulas que impulsen las relaciones económicas. Igualmente, la creación del Centro Iberoamericano de Arbitraje para mediar en litigios entre empresas (al que ya se han adherido 40 instituciones de diversos países, entre colegios de abogados, patronales y cámaras de comercio) o el apoyo a una Escuela Iberoamericana de Policía son algunas de las propuestas que analizan los coordinadores nacionales en Cádiz.

Cuatro países iberoamericanos (Argentina, Brasil, España y México) forman parte del G-20, el foro que reúne a las principales economías industrializadas y emergentes, por lo que la cumbre de Cádiz supone una oportunidad para intentar concertar posiciones en este foro, pero también en otros como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); o la propia ONU, donde España aprovechará para buscar el compromiso de sus socios de que respaldarán su candidatura a ingresar como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad. Y es que alrededor de 600 millones de personas son muchas como para que se las tenga en cuenta.

Por cierto, la idea de pasar a reunirse una vez cada dos años está "muy extendida" a día de hoy entre los 22 países que conforman la Comunidad Iberoamericana de Naciones, según reconoce el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias.

Así se evitaría el solapamiento con las cumbres entre la UE, Iberoamérica y el Caribe, que se celebran una vez cada dos años y que en muchas ocasiones abordan temas complementarios. Si la propuesta sale adelante estas cumbres se alternarían con las iberoamericanas. No obstante, la decisión sobre modificar o no la periodicidad de estas cumbres no se adoptará en Cádiz, sino que se dejará para la próxima cita en Panamá en 2013. Siempre que se sigan celebrando, no es para dramatizar. Ahora bien: hay quienes pensamos que hay una nación iberoamericana... (o hispanoamericana).

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com