Sr. Director:

Me dirijo a su periódico, ya que no puedo por menos hacer llegar mi opinión a la enorme polémica suscita en torno a las declaraciones del Portavoz de la Conferencia Episcopal y como consecuencia a la polémica levantada en torno a la moralidad o no de los métodos preservativos.

Esta polémica no es baladí, y es una más entre las muchas que está sufriendo la sociedad española con virulencia, y a mi juicio, y no creo que equivocado, todo es fruto del relativismo moral que invade la sociedad en todos los ámbitos, como consecuencia de que hemos olvidado que hay una serie de absolutos morales que no pueden ser transgredidos, y que, si no se respetan, nos abren las puertas del más absoluto relativismo, donde todo se justifica, dejando al individuo sin protección alguna. Recordemos algunos absolutos morales.

-         Respeto a la vida, desde su concepción hasta su muerte. Por lo tanto, no es moralmente aceptable la investigación con embriones por muy buenos que sean los fines que se buscan.

-         Respeto a la vida de las personas en su camino hacia el fin de sus días, por lo que también es contrario a la moral proporcionar muerte a una persona por muy mala calidad de vida que tenga. Eso no quita que haya que proporcionarle los cuidados paliativos que precise.

-         El uso del preservativo es contrario a la moral católica. Recordemos las palabras del Papa: Todo acto de amor tiene que estar abierto a la vida.

-          El matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, y toda unión diferente a ésta por muy loables que sean sus fines no es equiparable.

-          Iniciar una guerra es contraria a la moral, por muchos argumentos que se tengan a su favor.

También quiero expresar mi indignación contra preguntas en las páginas web de periódicos, como por ejemplo.

-          ¿Te parece incompatible ser católico y usar preservativos?. Esta pregunta tiene muy mala idea, ya que hay que afirmar: Primero, el uso de preservativos es contrario a la moral católica. Segundo, si alguien los ha utilizado o utiliza y es católico lo que tiene que hacer es confesarse. Parece como si quisieran crear dos grupos de católicos: los que usan preservativos y los que no. Lo verdaderamente incompatible es creer que el uso de los preservativos es compatible con la moral católica.

-          ¿Cree que la Iglesia terminará aceptando el uso del preservativo?. Pregunta con muy mala idea, donde opina todo el mundo, cuando si alguien no cree, la respuesta le da igual. Además, quieren crear un estado de opinión basado en la mayoría.

Ante toda esta avalancha de movimientos tendentes a crear un estado de opinión, hay que recordar que los absolutos morales no los cambian la mayoría e incluso, aunque el fin sea bueno, sería igual a decir que el fin justifica los medios, abriendo las puertas a un voraz relativismo. Un mundo sin absolutos morales sería como circular por las carreteras sin normas de circulación donde todo estaría admitido, ya que el fin de cada uno es bueno. ¡¡La de tortas que nos íbamos a dar!!

P.D: Si la idea de España no está clara y bien definida qué es y quienes la forman, sucede otro tanto; el concepto de España es relativo, por lo tanto, valen tantas Españas como uno quiera creer.

Luis García

luisapa@eresmas.net