Sr. Director:
He de confesar que su periódico digital, con sus lúcidas reflexiones y la publicidad que ha hecho a los principios no negociables para los cristianos, me ayudó enormemente a orientar mi voto.

Pero echo en falta el "quinto no negociable", es decir, lo que los obispos españoles declararon que era un bien moral que debíamos defender los españoles: la unidad de España.

Muy por encima de meros sentimentalismos patrióticos, nos jugamos la convivencia, la paz y la transmisión de un "alma" española que funda sus raíces en 2000 años de historia, con la romanización, la posterior reconquista, los reyes católicos... una España que es y ha sido transmisora de fe y detentora de una cultura cristiana simpar.

Con sus luces y sus sombras, pero no podemos tirar por la borda aquello por lo que tantas y tantas generaciones han luchado y lo bueno que nos han legado. Eso es lo que nos jugamos, cercenar el alma cristiana de España, y en eso están empeñados los nacionalistas y el PSOE (y a ello ha colaborado el PP).

Yo voto por la unidad de España, no sólo la del carné de Rosa Díez ni la de "aguantar a los nacionalistas transfiriendo competencias a tutiplén y cediendo poco a poco realidades nacionales" del PP.

Así que de los "cuatro magníficos" quedan fuera de juego SAIn y FyV. Ya sólo quedan dos, como mucho.

Raúl Marcos

jraulmarcos@hotmail.com