Sr. Director:

Después de que la comunidad internacional le concediera al pueblo judío la tierra sagrada para las tres grandes religiones tras la Segunda Guerra Mundial, entonces en manos de los palestinos, y de ver como desde entonces han aplastado a sus vecinos con violenta frialdad, los judíos empiezan a correr el peligro de justificar a ojos del mundo los maltratos que la historia les ha reservado siempre desde el antiguo Egipto.

La proporción en el número de muertos entre palestinos e israelíes pone en evidencia la temible imponencia del pueblo de Israel, mientras los líderes mundiales actúan ineficazmente por la falta de intereses que suscita.

Acciones tan dramáticas, en las que cientos de personas viven aterrorizadas antes de morir brutalmente por la tecnología armamentística de los judíos, tienden a alejarles la paz para sí mismos, no sólo dentro de las fronteras que quieran dibujar sino también en cualquier parte del mundo.

Javier Blasco Sendra