Eduardo Tamayo acude a Caracas con el plácet de la Ejecutiva Federal

Chávez sugiere ahora que el Rey estaba detrás del supuesto golpe de 2002. "Responda Rey, ¿sabía usted algo del golpe?". En realidad la historia es distinta. Quien sí sabía del golpe era el PSOE. Hagamos ‘memoria histórica'. Era el verano de 2002. Entonces el PSOE mantenía buenas relaciones con la socialdemocracia venezolana y se oponía a Chávez. En ese entorno, el entonces socialista, Eduardo Tamayo -quien después protagonizará el ‘tamayazo' viajó a Caracas en calidad de miembro de la Comisión de Justicia de la Asamblea de Madrid y observador internacional invitado por la Coordinadora Democrática de oposición a Chávez. Acudió a la marcha que entonces protagonizó la oposición a Chávez en Caracas y Venezuela con el visto bueno del gruido socialista madrileño y la aprobación de la Ejecutiva Federal del PSOE.

"El PSOE apoyará la acción de familiares de las víctimas. ‘Acusarán a Chávez, Cabello y Rangel ante la justicia española'. Eduardo Tamayo considera que la salida a la crisis venezolana no será pacífica". Así se expresaba entonces Tamayo mostrando abierto apoyo socialista a las víctimas del chavismo y advirtiendo que el PSOE llevaría a Chávez ante la Audiencia Nacional española por delitos contra los derechos humanos. "Ningún país occidental y democrático permitiría las descalificaciones que el Presidente hacía al TSJ venezolano ni que se inmiscuyese en la labor de la Justicia", señalaba entonces Tamayo a la prensa venezolana. Y es que entonces el PSOE consideraba impensable que un dictadorzuelo como Chávez se mantuviera en el poder. Pero el PSOE ha cambiado y Tamayo ya no está en el PSOE.

Sólo tres días más tarde de aquellas declaraciones de Tamayo, el vicepresidente Rangel le amenaza. Tamayo se refugia en la embajada española que le protege de su vida, pero le deja con la brocha en la mano. La portavoz de la Oficina de Exteriores del PSOE (entonces en manos de la ‘Trini') Miren Irigoyen, pedía públicas disculpas al Gobierno venezolano desautorizando a Tamayo que -decía Irigoyen- no hablaba en nombre del PSOE. Eso a pesar de que Tamayo viaja a Caracas con el beneplácito y visto bueno de la Ejecutiva Federal. Una desautorización quizás producida para evitar alguna acción violenta contra Tamayo de la que entonces le advirtió Pepiño Blanco.

Así que habida cuenta de la situación, Tamayo opta por afirmar que estaba de "vacaciones" en el país caribeño y que sus declaraciones fueron realizadas a título "personal". No obstante se ratifica en que actuará de mediador entre los familiares de las víctimas y que, en el mes de Septiembre, comparecerán en España contando con el apoyo del Colegio de Abogados de Madrid.

Aquí acaba la historia. Como es sabido, Tamayo no sale de las listas hasta el ‘tamayazo'. Es decir, que su partido no le sanciona por supuestamente extralimitarse en sus "vacaciones". Y no lo hace porque acudió a Caracas en nombre del partido. De hecho ha sido el PSOE quien tras oponerse a la presencia de la socialdemocracia venezolana en la Internacional ha accedido a darle paso, en su tradición demócrata de la que ahora parece desviarse.

Por último, parece que el ‘gorila rojo' desconoce que el Rey no tiene competencia alguna sobre Gobierno. Es un embajador privilegiado, pero nada más.