• El candidato 'oficioso' es partidario de llevar hasta el final la democracia directa: no quiere que decidan los delegados en el Congreso.
  • Es justo lo contrario de lo que predica Rubalcaba: primero congreso federal extraordinario para elegir al sucesor y después primarias.
  • Pero el revuelo armado provocado Madina ha sido tal que el propio Rubalcaba consulta con los 'barones' abrir el voto directo a los militantes.
  • Manuel Chaves y Ramón Jáuregui se le echan encima: los estatutos del PSOE no permiten que voten los 250.000 militantes.
  • Soraya Rodríguez se apunta a un bombardeo: es partidaria de "una participación más directa de todos los militantes", pero no dice cómo.
  • García-Page, que también suena para pintar algo, aconseja a Madina que no se precipite y que no descarte ningún escenario.
  • Y Patxi López tercia en el ruedo con piropos a Susana Díaz, que, por supuesto, puede ser secretaria general y presidencia de la Junta.
  • Además, el ex lehendakari se cae del guindo: "Hablamos como si el Congreso estuviera controlado por los aparatos".

El PSOE se parece cada vez más a una jaula de grillos. Todos son partidarios de una renovación a fondo del partido, faltaría más, tras el varapalo en las europeas. Comparten la inquietud de que como la cosa siga como sigue desaparecerá del escenario político, exagerando, salvo en su feudo andaluz. Por autocrítica que no quede, que Rubalcaba ha abierto la veda.

La polémica hoy miércoles la ha levantado una de figuras emergentes del PSOE, no se sabe si para estrellarse precipitadamente. Eduardo Madina (en la imagen), 'oficioso' candidato también, además de secretario general del grupo parlamentario socialista, ha asegurado que sólo se presentará a la Secretaría General si se permite que lo elijan los militantes, no los delegados. Vamos, que viva la democracia directa, frente a la burocracia interna. Y, claro, se ha armado Troya, lo que suele pasar cuando un partido no se reúne en un cuartito para decidir qué dicen. La guerra por el relevo de Rubalcaba está más encendida que nunca.

Recapitulemos. La decisión del actual secretario general, o sea, de Pérez Rubalcaba, es optar primero por un congreso federal extraordinario para elegir al secretario general, y, después que se elija al candidato-contrincante de Rajoy en unas elecciones primarias.

Madina 'dixit' que no está de acuerdo con la fórmula, que el sucesor no lo deben elegir los delegados en el congreso, sino todos los militantes, como hicieron los socialistas gallegos con el visto bueno de la Ejecutiva Federal. Si defendemos la participación, viene a decir Madina, defendámosla con todas sus consecuencias. De lo contrario, volverá a pasar lo del domingo con las europeas y lo que lleva pasándoles desde que Zapatero dejo la gestión pública como la dejó.

Si Madina es uno de los candidatos 'oficiosos', la cosa no va bien precisamente. Y en la traca le han respondido todos, unos a favor y otros en contra, como suele pasar en todo partido que no puede presumir de estar unido.

El revuelo provocado por Madina ha sido tal que hasta el propio Rubalcaba ha abierto una ronda con los secretarios generales de las distintas federaciones del partido para estudiar la posibilidad de abrir la elección al voto directo de todos los militantes porque el debate abierto es "relevante y pertinente" y se resolverá "en los próximos días".

Emiliano García-Page, secretario regional del PSOE en Castilla-La Mancha, que también suena para pintar algo, le ha dicho que lo de la renovación está muy bien y que sea "lo más abierto y participativo posible", pero ha aconsejado a Madina que no descarte ningún escenario con lo de los delegados y los militantes. Aviso a navegantes.

Manuel Chaves y Ramón Jáuregui, sin embargo, han dejado las cosas más claras -o difusas, depende-. Tanto el ex presidente de PSOE como el ya eurodiputado vasco se han decantado porque el próximo secretario general lo elijan un millar de delegados y no todos los militantes. La razón no es otra que los estatutos del partido. Jáuregui ha dicho que "nuestros estatutos no contemplan que voten los 250.000 militantes ante el Congreso, no está previsto así y no se va a hacer así". Y ha añadido que, aunque no le gusta, un presidente regional puede ser también secretario general del partido. Miraba a Susana Díaz, avalada porque en su comunidad el PSOE ha recibido el 25% de los votos socialistas en las europeas. Cuidadín. Chaves, por su parte, ha pedido a los aspirantes a coger el relevo de Rubalcaba que "respeten las normas".

En la línea díscola con los anteriores, digamos, ha salido, por ejemplo, la portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, partidaria de "una participación más directa de todos los militantes" en el congreso de julio elegirá para elegir al secretario general. O sea, apoyo encubierto a Madina, pero sin concretar en exceso.

No ha faltado en el sarao de declaraciones el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, que ha preferido tirar por poner por las nubes a Susana Díaz, que, por supuesto, puede compatibilizar la Secretaría General con la Presidencia de la Junta. Que no sea por falta de su "enorme capacidad".

No se ha ahorrado elogios, la verdad: "No sé lo que pensará ella, pero a mí me parece un enorme referente en este momento. Ha hecho lo que yo pienso que hay que hacer en el conjunto del PSOE. Primero, unir al partido, que era evidente que no estaba unido en Andalucía hasta que ella llegó. Ha devuelto la ilusión a la militancia, ha definido un proyecto claro y, con ello, ha ganado unas elecciones. Además, con mucho empuje". Es decir, que si de Patxi López dependiera, el futuro de Díaz es de Madrid al cielo.

Y sobre lo anunciado por Madina, ni fu ni fa, que son buenos amigos, pero, en fin, que "no es fácil conseguir cambiar un reglamento que ya está cerrado". Y después de caído del guindo: "Hablamos como si el Congreso estuviera controlado por los aparatos. Ya no existen aparatos desde hace mucho tiempo en el Partido Socialista, ahora ya votan los militantes, votan los delegados según su propio criterio", ha dicho y se ha quedado tan ancho.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com