El diario La Vanguardia abre el curso político con un reportaje manipulado sorbe una encuesta manipulada

Se dice en Barcelona que el editor de La Vanguardia, Javier Godó, Conde de Godó, no es de izquierdas ni de derechas sino que guarda una absoluta lealtad al Gobierno, tanto al catalán como al español, sean cuales sean sus ideologías o programas. Un hombre, por tanto, de convicciones firmes, que ha sabido trasmitir al diario La Vanguardia (que, por lo demás, sigue siendo un gran diario) tan loable y perseverante lealtad institucional.

Pues bien, La Vanguardia mantiene una fidelidad sin fisuras al progresismo del Gobierno Zapatero y ahora, en coherencia con sus principios y valores (especialmente el valor contable del Grupo Godó) se aproxima a Artur Más. Y es que, no les parezca extraño, pero al nacionalista, burgués y democristiano CiU, está colaborando con el PSOE mesetario en el lanzamiento de la nueva campaña de ZP con vistas a las elecciones de 2012: la eutanasia

En un reportaje titulado Más allá de la vida (incluso más allá de la muerte) La Vanguardia asegura que una mayoría social demanda que se regule por ley la eutanasia en España. Asegura, valiéndose de una vieja encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que los votantes de PSOE y CiU están por regular la eutanasia (es decir, por legalizarla y promocionarla) en la misma proporción: el 70% de los votos.

Ahora bien, ya lo decía el anterior jefe del Estado: el triunfo en un referéndum depende de cómo hagas la pregunta. La pregunta clave que da pie a la presunta mayoría social (¿Cree usted que la eutanasia debe regularse por ley en España?) viene precedida de otras tres. Las dos primeras son geniales: una nos habla de un joven de 18 años con cáncer en fase terminal, mucho dolor y sufrimiento (palabra que no me invento nada) se le debería dar el veneno, perdón, los fármacos, necesarios para irse al otro barrio.

La segunda habla de una persona con una enfermedad degenerativa incluida, que le va a incapacitar física y mentalmente? Sólo le falta añadir: y que encima es socio del Real Madrid de Florentino Pérez. ¿Debería proporcionárseles fármacos para que se suicide ella solita?

El tercer interrogante es el más genial de todos y el más peligroso: Si usted se encuentra en fase terminal, ¿le diría al médico que se le aplicase el tratamiento necesario para no sufrir tanto?

Si me formulan a mí esta pregunta, servidora respondería que sí, y eso que estoy en contra de la eutanasia. De hecho, esto es lo que se hace ya sin regulación alguna y lo que es peor, sin consultar al paciente: sedarle, aunque toda sedación reduce el dolor pero puede precipitar la muerte.

Sólo que eso no tiene nada que ver con la eutanasia ni necesaria ser regulado: no es suicidio asistido y la Iglesia lo apoya con entusiasmo. Respecto a las dos primeras, lo que quiere un enfermo grave es que le ayuden a vivir y sí, eso no fuera posible, que le reduzcan el dolor en su muerte.

Por contra, lo que pretenden los eutanásicos son dos cosas: no informar al paciente, engañar al único propietario de su salud, sobre su verdadero estado y que sea un tercero, el médico, por ejemplo, quien tome la decisión de cargarse a un ser humano. Y, a ser posible, cargárselo de tal forma que pierda la conciencia, no vaya ser que pueda prepararse para la muerte, por ejemplo, solicitando el auxilio de los sacramentos.

En cualquier caso, como escribe hoy el director de Hispanidad, esta monumental mentira, un verdadero cajón de equívocos, constituye el puntal de Zapatero para la recta final de legislatura. Con el apoyo de CiU, esta vez, que alberga en su seno al democristiano UDC y con la preparación del CIS y de La Vanguardia.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com