El blindaje competencial suena raro, según la terminología utilizada por Manuela de Madre, quien reconoce que hay un exceso de detalle en las competencias y subcompetencias descritas en el Estatut. Quizás no es la forma más adecuada, queda muy largo, explica De Madre, quien, no obstante, justifica el reglamentarismo estatutario en la desconfianza hacia las instituciones del Estado, no hacia el Estado, matiza. Y es que a su juicio, en los 23 últimos años ha habido una vulneración de competencias por parte del estado. Como muestra un botón: de los 220 recursos de inconstitucionalidad presentados por Cataluña, 211 han sido ganados. Eso puede explicar el porqué del detalle y por qué nos ponemos el parche antes del grano, señala De Madre.