Su objetivo es fomentar la curiosidad de los jóvenes y más pequeños y potenciar su talento personal'Science Fantasy', uno de los proyectos que forma parte del Programa Lanzadera, ha inaugurado hoy jueves en Valencia una Escuela de Ciencia pionera en España. Este proyecto de divulgación científica ha sido diseñado con el doble objetivo de fomentar la curiosidad de los jóvenes y más pequeños y potenciar su talento personal.

Impulsado por Juan Roig, el Proyecto Lanzadera es una iniciativa cuyo objetivo prioritario es ayudar a desarrollar y poner en valor proyectos de liderazgo emprendedor. Para ello, Lanzadera realiza una convocatoria anual para seleccionar a las personas que dispongan de un proyecto empresarial innovador, ofreciéndoles los recursos formativos, económicos y estructurales necesarios para convertir sus sueños y potenciales proyectos en una realidad productiva.

Ubicada en la calle Aben al Abbar, 1, de la ciudad de Valencia, la 'Escuela de Ciencia de Science Fantasy' propone una metodología de enseñanza totalmente personalizada, lo que facilita que cada persona adquiera conocimientos de acuerdo con su ritmo y forma de aprendizaje. El método de la Escuela de Ciencia está basado en la experimentación directa, motivo por el que no cuenta ni con profesores ni con educadores, sino con guías que acompañan al alumno para que alcance sus objetivos.

La primera Escuela de Ciencia de España arranca con un amplísimo abanico de actividades, que abarca desde cursos temáticos de diversas áreas de ciencia, hasta talleres de experimentos, pasando por espectáculos de teatro científico con experimentos en directo. Además, dispone de una metodología que se adapta a todas las edades, con cursos, por ejemplo, para los más pequeños (robótica, video-juegos, tecnología…) o talleres familiares donde toda la familia participa para realizar en equipo un experimento.

Según Raquel Ibáñez, Doctora en Biología Molecular y Biotecnología y fundadora de Science Fantasy, "cuando el aprendizaje surge de hacer y construir las cosas con las propias manos y de experimentar en primera persona, se potencia el desarrollo intelectual y se da rienda suelta a la creatividad y el talento. Además se favorecen aptitudes como la concentración, la precisión y el pensamiento lógico, lo que permite que los alumnos sean capaces de entender mejor el mundo que les rodea y de pensar y actuar por sí mismos".

Estupendas iniciativas, desde luego. La única pega es por qué se empeñan las empresas españolas en denominar con nombres ingleses a sus iniciativas (Science Fantasy). ¿Qué pasa, que nombrar en español no es suficientemente chic ó esnob ¿No estamos en España

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com