En efecto, tomando como excusa la necesaria y urgente modernización, el nuevo Proyecto de Ley de Registro Civil, plantea en realidad una serie de medidas encaminadas a ir socavando la institución familiar vaciándola de contenido. Así, se contempla la eliminación del Libro de Familia, que desaparece frente a un Código Personal de Ciudadanía, la precedencia del apellido por orden alfabético en caso de no consenso entre los padres, etc. De esta forma, da un paso más hacia la existencia oficial de sólo individuos y no familias ante la administración.
Es un paso más para hacer desaparecer la familia de la ley, prosigue Hertfelder. Esto se entiende mejor, si se contempla estas medidas, junto con otros pasos ya dados, tales como la designación de cónyuge A y cónyuge B en lugar de marido y mujer; progenitor A y progenitor B en lugar de padre y madre, la consideración de familias monoparentales como numerosas (un contrasentido en sí mismo, ya que cuenta con menos miembros), la ley del divorcio-express que fragiliza el matrimonio hasta extremos desconocidos en el resto de Europa, etc.
No se puede considerar como una cuestión menor o una cortina de humo frente a los problemas de la economía, sino como un paso más en una estrategia claramente orientada a favor de sus tesis antifamiliares. Es por ello que desde el IPF, concluye Hertfelder, instamos a los distintos partidos políticos a que no solo rechacen esta ley absolutamente regresiva y que supone un paso atrás en la promoción de la familia sino que se comprometan a restablecer el estatus jurídico de reconocimiento público y protección social a la familia, reformando y/o derogando en este sentido todas estas medidas antifamiliares.
La economía mejorará pero el encaje legal antifamiliar seguirá vigente si no se para y se modifica.
Instituto de Política Familiar
