Ubaldo Nieto acusa a Marsans de utilizar indebidamente 248 millones de dólares aportados por la SEPI: compró deudas, en lugar de pagarlas. Asimismo, no dedicó el dinero público español a renovar 23 aparatos de la flota. Postura ecléctica de la SEPI actual, que Marsans utiliza como presión: no quieren hacerse cargo, nuevamente, de Aerolíneas pero no quieren que se les acuse de negligencia en el uso de dinero público. El hombre que firmó el contrato con Pascual y Díaz, el director de la SEPI Juan Gurbindo está citado a declarar en el Juzgado número 35 de Madrid.

La relación entre los intereses profesionales y los políticos asoman la patita de vez en vez. Por ejemplo, Viajes Marsans es una empresa muy ligada al Partido Popular. Sus propietarios, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, vicepresidentes de CEOE mantienen una espléndida relación con el primer partido de la oposición, y en especial con la presidenta madrileña Esperanza Aguirre.

Y esta relación se dejó ver durante la comparecencia parlamentaria mañana del martes 23- del presidente del Tribunal de Cuentas, Ubaldo Nieto, en el Congreso de los Diputados para tratar el asunto Aerolíneas Argentinas, propiedad del grupo Marsans. La derecha llevó a la Comisión a uno de sus pesos pesados, el portavoz Vicente Martínez Pujalte. Él mismo se encargó de recordar que nunca había intervenido en esa Comisión, pero eso no le evitó realizar una enardecida defensa de la privatización de Aerolíneas Argentinas, propiedad del Estado español a través de la SEPI, y su regalo con subvención incluida de 758 millones de dólares al Grupo Marsans. Y es que Pujalte recordó que SEPI e Iberia (la entonces Iberia estatal) habían perdido más de 2.000 millones de dólares en ARSA.

Por su parte, Ubaldo Nieto ratificó, en sede parlamentaria -como se dice actualmente-, las durísimas acusaciones del alto tribunal contra la gestión de Marsans. Como resumen, el propio Nieto dice lo siguiente: En el análisis de la ejecución del contrato de venta a AIR Comet se han observado numerosa incidencias, entre las que destaca que la compradora no ha llegado a acreditar el cumplimiento del compromiso de incorporar 23 aviones a la flota existente, su retraso en el plazo para realizar una ampliación de capital, la utilización de 273 millones de dólares (entregados por SEPI para pagar pasivos de ARSA) para la compra de esos pasivos con el consentimiento de SEPI, o la utilización para gastos de funcionamiento de 248 millones de dólares aportados por la SEPI para que Air Comet implantara un plan industrial.

El portavoz socialista, Ricard Torres, aclaró aún más la cuestión, cuando recordó, tal y como ha venido informando Hispanidad, que lo que hizo Marsans fue recibir el dinero del Estado español para pagar deudas, pero no las pagó: se subrogó créditos, con lo que luego consiguió una quita del 60% en el concurso de acreedores. Por ello tiene abierta una causa en un juzgado de Buenos Aires. Además, una de las sociedades que se subrogó los créditos, asimismo aludida por el diputado Ricard fue Royal Romana Playa, propiedad de Antonio Mata, primer ejecutivo de ARSA, nombrado por Pascual y Díaz.

En definitiva, aunque Nieto afirma que hacer juicios de valor no forma parte de la gestión del Tribunal de Cuentas, lo cierto es que las incidencias o presuntos desvíos, por parte de Marsans, de fondos públicos españoles con destino al reflotamiento de Aerolíneas, afectan a los tres tipos de subvención donados por la SEPI. Pago de deudas, renovación de la flota y plan industrial y de relanzamiento. Hoy, es un secreto a voces que ARSA está al borde de la quiebra y, según los sindicatos de pilotos y técnicos, con riesgo en la seguridad.

Después de Marsans, el segundo protagonista de esta historia es la propia SEPI, actualmente dirigida por el Gobierno socialista y presidida por el socialista Enrique Martínez Robles. A muchos les extraña porque la SEPI, presunta estafada, no es más dura con Marsans. Pues bien, la respuesta está en que, según el contrato de privatización de Aerolíneas, si el reflotamiento de Marsans, realizado con dinero público, no funciona, la SEPI volvería a hacerse cargo del muerto. Ahora bien, al mismo tiempo, Martínez Robles no puede permitir que una gestión antes de la privatización, realizada durante la etapa Aznar, se le impute ahora a su gestión.

Naturalmente, Marsans presiona: si la SEPI se lo pone difícil, simplemente si el exige responsabilidades, que podrían inclinar la balanza judicial, abandona la Argentina. De hecho, Antonio Mata sigue figurando como principal ejecutivo pero apenas pisa ya Buenos Aires.

Por si fuera poco, la titular del Juzgado número 35 de Madrid ha imputado delitos de desvío de fondos públicos y estafa a Gonzalo Pascual, Gerardo Díaz y Antonio Mata, para los que la acusación particular ha solicitado pena de cárcel o libertad bajo fianza.

Por otra parte, según el fiscal de Delitos Económicos que ha intervenido en el caso, en principio no se aprecian conductas delictivas pero sí destaca la sorprendente dejación de derechos de la pública SEPI a la hora de exigir a Marsans que acredite el destino de los fondos que ha venido otorgando a Marsans.

Mientras, se acaba el tiempo : España no quiere perder más dinero, Marsans amenaza con irse y los jueces con condenar a Marsans. El informe del Tribunal de Cuentas no ha podido ser más demoledor y, en Aerolíneas Argentinas, se ha puesto en duda todo el proceso privatizador del felipismo y del aznarismo. En junio, Kirchner visitará Madrid, En su agenda con Zapatero, según los argentinos, figuran dos temas básicos: Repsol YPF y Aerolíneas Argentinas.