Juan Ramón Quintás se muestra inquieto ante el futuro y defiende que las ‘subprimes' sí afectan a España, aunque de forma indirecta

No descarta una crisis en Estados Unidos. Aconseja a las entidades que reduzcan su beneficio: "Si pueden ganar el 20% más, que ganen el 15 ó el 10". Las inversiones industriales de las cajas representan la mejor defensa contra la crisis.   El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, es una de las cabezas mejor amuebladas del sector financiero español. Por eso, durante la mañana del lunes, sorprendió a los periodistas bancarios con una toma de postura absolutamente contracorriente: para Quintás la crisis de las ‘subprime' no sólo no ha pasado, sino que puede rebrotar en nuevas "olas". Citando a analistas, Quintás habla de 60.000 millones de euros en pérdidas, pero no descarta las previsiones más agoreras, que elevan el desastre hasta los 500.000 millones, cantidad que sí puede originar una verdadera crisis financiera global.

De entrada, Quintás pone el dedo en la llaga cuando recuerda que el las ‘subprime' es un problema estadounidense pero que afecta a todo el planeta, incluido a, por ejemplo, los bancos españoles, que no tienen ‘subprime'. Porque la causa de la crisis no es más que la codicia especulativa, en definitiva, los muchos instrumentos montados alrededores de las ‘subprime' y de cualquier otro producto financiero que presta un servicio.

En primer lugar, porque el pecado de la banca española no son las hipotecas de alto riesgo (las que se conceden en España no tienen ninguno), sino, por ejemplo, la financiación de las aplanadísimas compras de empresa por fondos de capital-riesgo.

Además, la crisis ha forzado ventas, y esas ventas han devaluado activos, también los que nada tienen que ver con el segmento hipotecario. Quintás pone un ejemplo meridiano: se han devaluado los precios de las obras de arte. Y esas devaluaciones de activos en cadena suponen reconocimiento de pérdidas y provisiones.

Pero es que, además, Quintás recuerda que en enero se renuevan, seguramente al alza, lo que implica mayor morosidad potencial. 1,8 millones de ‘subprime' en Estados Unidos. Y esa mayor morosidad tendrá un efecto multiplicador sobre los instrumentos estructurados especulativos. Montado sobre la ‘subprime': más pérdidas. El presidente de la CECA lo explica así: "Algunos de esos instrumentos fueron creados por la banca para sacar riesgo del balance, pero, al mismo tiempo, avalaban esa salida". Un ejemplo es la titulización, que no deja de ser un instrumento especulativo. Especialmente en España, donde bancos y cajas han financiado compras ‘private equity' y encima luego han titulizado esos créditos. En resumen, están pillados. Aunque se resisten a reconocer la pérdida implícita.

Por lo demás, Quintás afirma que los analistas están divididos: algunos piensan que las posibilidades de crisis son del 60/40, frente a quien consideran que será del 40/60.

En cualquier caso, el pesimismo de Quintás se deja ver en el hecho de que aconseja a la las cajas que reduzcan su beneficio. Y que acumulen remanente, un "colchón" por si llegan otras "olas" de crisis: "Si pueden ganar el 20%, que ganen el 15 ó el

En otro orden de cosas, Quintás está convencido de que Emilio Botín puede aprovechar la crisis para convertirse en uno de los cinco grandes bancos del mundo. Las condiciones son óptimas: euro en alza, bancos norteamericanos en caída libre... A lo mejor, Quintás sepa que el equipo de ojeadores de Botín ya le ha echado mano al City -tal y como informara Hispanidad- la entidad que más se ha devaluado con la crisis.

Por otra parte, y aunque reconoce que las nuevas normas internacionales de contabilidad juegan en contra, Quintás considera que las controvertidas inversiones industriales de las cajas de ahorros constituyen hoy una de las mejores defensas de las entidades frente a la crisis. Quintás, sin citar, aconsejó el sistema Caixa-Criteria, de creación de una Corporación industrial, precisamente par evitar el impacto de las NIC.