Los ochos máximos directivos del Grupo se repartieron 10 millones de euros. Tras la conmoción por el fondo de pensiones de 53 millones de euros de FG y su salario de 9,7 millones, la CNMV estudia exigir más y mejor información sobre las remuneraciones de directivos. Con la práctica actual no puede saberse si los directivos cobran, también, de compañías filiales. Una medida de mayor calado consistiría en someter toda remuneración a la aprobación de los accionistas. Las diferencias retributivas entre las empresas dirigidas por propietarios y las que lideran asalariados es muy fuerte… a favor de los no propietarios   Ignacio Galán es el único consejero ejecutivo de Iberdrola. Por tanto, hemos de suponer que las retribuciones fijas y variables que figuran en el Informe de Buen Gobierno Corporativo (páginas 18-19) que Iberdrola envió a la CNMV durante la mañana del miércoles 21, le corresponde a él. Son estas: 2,15 millones de euros de retribución fija más 2,11 millones de variable. Total percibido en 2006: 4,26 millones de euros. Ahora bien, de esa cantidad hay que descontar la retribución fija del otro consejero ejecutivo, Iñigo Oriol, que lo fue durante cinco meses. En total, Galán tuvo un salario superior a los tres millones de euros.   A ello habría que añadir la cuota-parte que le haya correspondido en Atenciones Estatutarias, un capítulo que tampoco es necesario desglosar en el formulario de la CNMV: 4,14 millones de euros (15 consejeros).   Por su parte, los ocho directores generales que componen la cúspide de Iberdrola se repartieron 10 millones de euros.   El asunto tiene su enjundia, porque la publicación de las remuneraciones de Francisco González (FG), presidente de BBVA –que en 2006 cobró 9,7 millones de euros y ya acumula una fondo de pensiones de 53 millones), ha causado estupor en la City madrileña. La España del siglo XXI nada tiene que ver con la de la industrialización de la pasada centuria, protagonizada por empresarios y ejecutivos mucho más austeros que los actuales.   Por eso, desde el Gobierno se anima a la CNMV a modificar las prácticas retributivas de las empresas cotizadas en algunos puntos. Por de pronto, en obligar a las empresas a que remitan en tiempo real las variaciones en las remuneraciones, sobre todo en especie. En otras palabras: a 31 de diciembre de 2006 FG tenía 53 millones de euros (le echen o se vaya) para marcharse a su casa, con cargo a los accionistas de BBVA. Ahora bien, esa cantidad puede haber ascendido el mismísimo 1 de enero de 2007, y no nos enteraremos de ello hasta… febrero de 2008.   Por otra parte, los formularios actuales de la CNMV dejan mucho espacio libre al trucaje. Especialmente, cuando no se exige ni para consejeros ni para directivos, el desglose de las cantidades percibidas por cada cual, sino la del total de consejeros o del Equipo ejecutivo. Más: cerrar otra válvula de escape: actualmente las empresas no tienen obligación de aclarar los emolumentos que un consejero o un directivo pueda obtener de su participación en empresas filiales del grupo. En las grandes corporaciones, esto puede ser no una válvula de escape, sino un auténtico ciclón. Como guinda, añadir los contratos blindados, cada día más habituales.
Eso sí, una media de mayor calado sería aplicar el sistema norteamericano en el que los accionistas no aprueban unos topes de remuneración o simplemente son informados de los salarios de los directivos. No, los accionistas "aprueban" –o no aprueban- las remuneraciones propuestas. Eso es lo lógico.  
Por cierto, si se examinan las memorias de Buen Gobierno Corporativo del IBEX 35 puede comprobarse cómo las empresa dirigidas por propietarios de las mimas son mucho más austeros a la hora de otorgarse remuneraciones onerosas. Y por el contrario, cuando el presidente o los directores generales no controlan sino una ínfima parte del capital –caso de los dos grandes bancos españoles, entonces –qué casualidad- los salarios son mucho más elevados y las gabelas mucho más numerosas.   Todo está en mantillas. Simplemente, el deseo de instancias gubernamentales de presionar ala CNMV de Manuel Conthe en esta dirección. El propio Conthe, cuando se supo el salario de FG en 2005 –ahora duplicado- se quejó de que los medios informativos españoles no prestaban especial atención al asunto. Bueno, él podría echar una mano.