López Obrador, candidato a la presidencia de México, continúa dando que hablar aún después de muerto como jefe de Gobierno de México DF, se entiende. Así, para dejar bien claro su espíritu anti-imperialista, algo que todavía funciona en determinadas capas de la población mexicana, se empecinó contra la empresa Eumex, filial de la constructora española FCC, cuyo principal accionista es Esther Koplowitz. Eumex ganó el concurso para publicidad en las marquesinas y otro mobiliario urbano de la ciudad de México, una de las más pobladas del mundo. Sin embargo, López Obrador, en la técnica populista de no respetar la seguridad jurídica en el mundo económico, y aunque ya no está al frente del Gobierno de México DF (lo están los suyos) realizó una espectacular operación que llevó a la detención del presidente de Eumex, Antonio Torres, con las cámaras de TV rodeando a los agentes.

Pues bien, el empresario español se ha negado a pagar la fianza para salir de prisión. Torres explica en una carta enviada a SM el rey de España y al presidente Rodríguez Zapatero (ver texto completo de las mismas), así como al presidente mexicano Vicente Fox, cómo es objeto de una persecución en la que, hasta el momento, gana por goleada en los tribunales mexicanos. Andrés Manuel López Obrador, candidato del izquierdista PRD a la Presidencia de México, ya no encabeza las encuestas, pero sigue siendo el principal activo de la izquierda mexicana ante la próxima cita con las urnas. Además, cualquier alianza postelectoral es previsible y podría otorgarle el triunfo a posteriori. Por de pronto, sí pensó utilizar políticamente el caso Eumex y al español Antonio Torres, le está saliendo el tiro por la culata.

Por el momento, el Gobierno español, que según la vicepresidenta primera, Teresa Fernández de la Vega, protege a sus empresas y particulares en el exterior, guarda un doloso silencio.