El presidente de la alemana Deutshe Telekom, Kai-Uwe Ricke, no traga que Telefónica se le adelantara. Afirma que la amortización del fondo de comercio resulta fiscalmente más bonancible en España que en Alemania. Es más, desde Financial Times está dispuesto a denunciar a España por recibir ayudas estatales. Tiene una cierta gracia que una empresa que aún mantiene el 40% de capital en manos del Estado, y que por tanto inicia con dinero público toda ampliación de capital o reducciones de empleo (el año pasado tuvo pérdidas) hable de denunciar a otra por recibir ayudas públicas.

El problema de DT es que O2 dispone de 9 millones de clientes en Alemania. En otras palabras, Telefónica se le va a meter en casa. Antes, Telefónica había perdido, sólo en Alemania, las licencias más caras, una verdadera estafa legal, unos 4.000 millones de euros en unión con Sonera-, sin lograr comenzar su actividad en aquel país.