Y tampoco se vende un piso: las compraventas han bajado un 18% respecto a octubre de 2010

 

Hasta hace bien poco, uno de los principales problemas de la economía española eran los precios abusivos que alcanzaba la vivienda, fruto de una especulación -los puristas dirán que de la ley de la oferta y la demanda- que creó una tremenda burbuja inmobiliaria. Con esos precios, los jóvenes que querían comprarse un piso para formar un hogar lo tenían crudo.

Pues bien: parece que la burbuja estalla. Recientemente ya recogimos que, según fotocasa.es, la caída del precio de la vivienda es del 28,1% desde la evolución desde su máximo histórico en abril de 2007.

Hoy han llegado más datos que corroboran esa tendencia: el precio medio de la vivienda ha caído un 8% en noviembre respecto al mismo mes de 2010, de forma que acumula un ajuste del 24,5% desde el máximo alcanzado a finales de 2007, según datos difundidos por Tasaciones Inmobiliarias (Tinsa).

Por su parte, el INE ha informado hoy de que el número de fincas transmitidas en octubre ha disminuido un 5,7% respecto al mismo mes del año anterior y las compraventas de viviendas registradas han bajado un 18% en tasa interanual (respecto a octubre de 2010).

Es decir, no se venden pisos y su precio no deja de caer, lo que puede tener varias explicaciones. Por una parte, hay quien puede -los menos- y quiere comprar, pero está esperando a que los precios bajen todavía más. Y otra explicación: los bancos se niegan a vender sus pisos embargados más baratos. Además, según datos de El País, la mayoría de las viviendas acabadas pero que no se logran vender -cerca de 700.000 en total- están en poder de los bancos, que las han asumido a cambio de deuda impagada de los promotores. Los bancos estarían esperando a que esos pisos se los compre el Estado con un banco malo, posibilidad de la que ya hemos informado en Hispanidad.

O sea, que los paguemos todos los ciudadanos. Pero eso sería una injusticia flagrante, pues si un hipotecado no puede pagar su hipoteca, ¿por qué el Estado no le salva a él, en vez de a los bancos?

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com