Paloma Adrados, consejera de Empleo, Mujer e Inmigración de la Comunidad de Madrid: España merece un Gobierno que afronte con credibilidad la crisis

La consejera de Empleo, Mujer e Inmigración de la Comunidad de Madrid, Paloma Adrados explicó este viernes cómo está afrontando la crisis esta autonomía. En un coloquio organizado por Executive Forum y el diario Negocio, Adrados señaló que Madrid está sufriendo la recesión, pero resiste mejor gracias a las medidas de austeridad y recorte del gasto que llevó a cabo en los últimos años el Ejecutivo de Esperanza Aguirre.

Por el contrario, Adrados acusó al Gobierno Zapatero de improvisar medidas y ponerlas en práctica demasiado tarde, mientras ha estado negando la crisis o menospreciando sus efectos: Zapatero ha dicho en los últimos 11 meses 15 veces que lo peor había pasado, afirmó Adrados. La consejera madrileña cree por una parte que se está poniendo una tirita para una gran hemorragia, al tiempo que calificó de duras e insuficientes las medidas que aprobó el Gobierno el jueves: Son insuficientes para detener la hemorragia. Lo que hay que hacer es operar. Es decir, realizar reformas estructurales como rebajas en el Impuesto de Sociedades, rebajas en los pagos de cotizaciones, reformas en la educación para mejorar la competitividad o afrontar debates aplazados en materia de energía que, aunque no se atrevió a mencionarlos, se refieren al papel de la energía nuclear en el mix.

Junto a la crisis económica, la consejera popular cree que también hay una crisis de credibilidad institucional. En el plano exterior ese hecho nos ha convertido en una economía colonizada, con los líderes mundiales llamando a Zapatero para que aplicara medidas urgentes. En el ámbito interior, Adrados considera que España está desorientada. Por eso, la consejera opina que es necesario poner fin al peor período de la historia de la España constitucional.

¿Significa eso que debería haber un adelanto de elecciones? Clarísimamente sí España merece un Gobierno que afronte con credibilidad la crisis. Ello implica, por ejemplo, llevar a cabo de una vez la reforma laboral, ya que después de dos años no ha habido acuerdo y el Ejecutivo no ha intervenido.