En la mañana de este martes el PP ha podido comprobar su soledad parlamentaria. Ningunas de las peticiones de comparecencia han sido atendidas ni secundadas por otros grupos políticos. Ninguna. Y han sido tres relativas a la persecución política y al uso de las instituciones. Primera. Petición de comparecencia de la vicepresidenta De la Vega en la Comisión Constitucional para que explique las directrices ofrecidas por el gobierno a la Fiscalía. Rechazada con 19 votos a favor (los del PP exclusivamente), 29 votos en contra y 4 abstenciones. Segunda: petición de comparecencia del ministro del Interior para que explique la utilización sectaria de la policía judicial. Rechazada por 28 votos frente a los 19 del PP y 5 abstenciones. Tercera: petición de comparecencia del Fiscal General del Estado por la utilización de la Fiscalía contra miembros del PP. Rechazada también por 29 votos en contra, 19 a favor y 4 abstenciones.
Pero es además, el PP también se ha quedado sólo en las peticiones de comparecencia ordinarias, de carril, de mera gestión. Los populares habían pedido la comparecencia del ministro de Fomento para que explicara el apagón producido el pasado 15 de agosto a las 23,00 horas en la T4 de Barajas. Tan sólo lograron sumar dos apoyos a sus 19 diputados de la Permanente. Fue rechazada por 25 votos en contra, 21 a favor y 6 abstenciones.
Por último, también fue rechazada la petición de comparecencia del ministro de Fomento para que explique los cortes ferroviarios producidos este verano, los días 11, 12 y 13 de agosto. Rechazada por 25 votos en contra, 21 a favor y 6 abstenciones. No. No le va bien a Rajoy, que no está para permitirse gallegadas de que recurrirá a Estrasburgo o no. La soledad parlamentaria del PP debería de hacerle reflexionar.
