Sr. Director:   

El resultado obtenido por Familia y Vida fue muy reducido, en comparación con los centenares de miles de votantes que simpatizan con nuestras posturas; pero era lo que esperábamos, ya que nos imaginábamos que el voto útil seguiría castigando a los que defendemos principios y no utilidad. De cualquier forma, los 34.355 votos recibidos por nuestras candidaturas al Senado (que cuadruplican a los obtenidos en mayo) exigen nuestro compromiso de no defraudarles y continuar en la lucha por la defensa de la Vida y la protección preferente de la Familia... y, efectivamente, así seguiremos.

Pero la noticia del día fue el inesperado fin de una etapa política en España; y es esto lo que quería valorar. Ahora se ve claro que durante los pasados ocho años hemos tenido una oportunidad histórica de cambiar el rumbo de España... y la hemos dejado pasar miserablemente. ¿Quién hubiese soñado en 1993 tener dentro del Gobierno de la nación a defensores activos de la Vida, la Familia y la libertad de enseñanza? Pues eso se hizo realidad en 1996... ¡y con mayoría absoluta desde el año 2000! Pero no sirvió de nada, porque estos personajes dedicaron la totalidad de sus esfuerzos a garantizar la estabilidad económica de España (y por ende su propia estabilidad política), olvidando sus anteriores compromisos que, en muchos casos, eran los que les habían llevado a la política. ¡Tanto esfuerzo para aupar a esas personas tan alto... y luego se quedan calladas! Han consentido -y muchas veces encubierto- ataques contra la familia que ni el propio PSOE se atrevió a realizar; y han convertido el aborto en un próspero negocio... y ni siquiera han dado curso a las denuncias que en este sentido hemos presentado. ¿Por qué será que me viene a la memoria la parábola de los talentos; aquella en la que esconden el talento recibido para evitar perderlo?...

Y si ahora han sido expulsados del Gobierno no ha sido precisamente por su defensa de la vida, sino por el más sangriento de los ataques que se le puede hacer: la guerra injusta. ¡Tanta connivencia con los enemigos de la Familia y la Vida para conservar el poder útil; y luego lo pierden en un error que todos ellos apoyaron y han echado al traste sus grandes logros en otras áreas!

Pero debemos mirar hacia adelante. Ahora, sin el bagaje de tener que conservar un cargo o una subvención, estaremos todos más libres para defender nuestros principios. Y deberemos aplicarnos a fondo, ya que el próximo Gobierno profundizará en el erróneo camino por el que nos ha llevado el Partido Popular: más aborto, investigación con embriones, medios de comunicación estatales infames, burla a la patria potestad repartiendo preservativos o píldoras a menores de edad, igualación entre convivencia y matrimonio, etc... Ahora, todos los defensores de la Familia y de la Vida tenemos que dar una respuesta unánime frente a estos previsibles ataques y podremos contar también con el PP, que desde la oposición dejará de silenciar el debate social sobre estos temas... ¿o no? ¿o seguirá empecinado en su complejo progresista? La España oficial estará un poco peor, pero podemos conseguir que la España real esté mejor, si reavivamos el debate social y exigimos el cumplimiento de la Constitución en lo que se refiere a Vida, Familia, protección de la infancia y la juventud y derecho de los padres a determinar el ideario educativo de sus hijos.

La Historia está llena de paradojas. Confío en que, con nuestro esfuerzo, este cambio de rumbo político aparentemente negativo, marque el inicio de la recuperación de nuestros valores fundamentales, al menos en un sector de nuestra sociedad.

José Alberto Fernández. Presidente Partido Familia y Vida

amigos@familiayvida.com