En el PP trabajan a esta hora a destajo las enmiendas al texto estatutario : mejoras, actualizaciones, adiciones o supresiones. Pero la verdad es que el trabajo se realiza con poca fe. En primer lugar porque todavía no han tomado una decisión de si aplicar el criterio de 59 segundos.

O sea, romper la baraja y no entrar a debatir un texto que consideran una reforma constitucional encubierta. Así lo han defendido en la Mesa del Congreso y en el recurso presentado ante el Tribunal Constitucional (TC). Meros gestos, porque los populares saben que el asunto va para largo y que el TC no resolverá hasta al menos dentro de 5 años.

La otra alternativa es entrar a debatir presentando las enmiendas que están estudiando, aunque muchos dirigentes consideran que el texto es inenmendable. En todo caso, la vicepresidenta De la Vega, ya anunció que estudiarían todas las enmiendas que se presentaran. Mero gesto, porque también afirmó haber hablado con Rajoy sobre el Estatut, circunstancia desmentida por el líder de la oposición.