A pesar del mal gesto de Zapatero de no haberla consensuado con los populares

 

El 5 de mayo pasado Zapatero y Rajoy acordaron la reforma del sistema de pensiones por consenso. Posteriormente hubo una reunión entre ambos equipos económicos. Hasta el pasado jueves en que Zapatero anuncia las líneas fundamentales de la reforma y llama al PP para explicárselas. Un gesto de deslealtad grave. Al día siguiente, el consejo de ministros aprobaba la reforma.

Aún así, el PP está satisfecho con la reforma de la Ley de Cajas. Dicen que se garantiza la profesionalización y la despolitización. Aunque todos descuentan que lo de las emisiones de cuotas participadas no va a fructificar: nadie invierte para no mandar y las cuotas están limitadas al 50% del capital. Así que el futuro pasa o por quedarse como están, cuestión marginal, o por convertirse en bancos y ser compradas por otros bancos. Es decir, modelo italiano, pero sin fecha. ¿Para qué la fecha si la realidad les obligará a transitar por ese camino? ¿Y en qué quedarán las cajas? En meras fundaciones de obra benéfico social. O sea, modelo italiano.

Por cierto que Salgado ya ha elevado de 11.000 a 22.000 las necesidades de financiación. Con razón ha pedido una prórroga para el FROB. ¿Pero no éramos el mejor sistema financiero del mundo mundial?