Lo de este miércoles fue de juzgado de guardia. El juez de Orihuela desmiente a la policía y afirma que él no ha dado orden de detención. El Superior de Justicia de Valencia avala y el CGPJ se reúne para evaluar la situación. Lo que ha ocurrido es sencillamente lo que pretendía Corcuera: patada en la puerta y detención en pijama, a lo Zelaya. Conviene recordar que Corcuera tuvo que dimitir como consecuencia de que su patada en la puerta no pasó el trámite parlamentario.
El caso es que ante la contradicción flagrante del juez de Orihuela y de la Policía, Rajoy anuncia que pedirán la comparecencia de Rubalcaba para que se explique este espectáculo poco edificante. Yo he sido ministro del Interior y en mi etapa esas cosas no pasaban nunca; la policía era la misma, luego la responsabilidad es política, añade el líder del PP. Por lo demás, Rajoy ha mostrado su solidaridad con las personas que según la policía fueron detenidas y ha recordado que -lamentablemente- no es la primera vez que algo así se produce. Los derechos ciudadanos no han quedado garantizados, concluye. Patada en la espinilla.
Andrés Velázquez
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