Sr. Director:
Tras recibir un primer varapalo del Constitucional, Hollande modificó su impuesto a los ricos, que finalmente fue aprobado.

Se trata de una medida más propagandística que eficaz pues pese a su carácter confiscatorio (obliga a pagar un 75% a los salarios superiores al millón de euros), los expertos auguran una recaudación muy modesta.

Por el contrario, el impuesto ha provocado la fuga de numerosas fortunas, ha irritado a los clubes de fútbol y está incubando una revuelta de ejecutivos y profesionales. El populismo socialista puede salirle caro a Francia.

JD Mez Madrid