El PNV está en contra de la soberanía española tal y como se señala en la Constitución. Por eso no la firmamos, es nuestra seña de identidad, nuestro objeto social. Así de claro se mostró el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, en el desayuno organizado por el Foro Nueva Economía en la mañana de este jueves. Desde 1895 estamos trabajando por el reconocimiento jurídico y político de la nación vasca, añade. Es decir, no acepta el actual marco jurídico que aspira a superar. Queremos espacios abiertos con fórmulas abiertas, porque el choque de soberanías no tiene solución.

Pero el presidente del PNV es consciente de que lo que desea exige un cambio constitucional y por tanto una mayoría reforzada que exige el consenso del PP. Por eso nunca menciona la necesidad de reformar la Constitución, como tampoco lo hace ahora Maragall, aunque implícitamente se encuentra en sus propuestas.

Por otra parte, Imaz tampoco cree en la existencia de una nación española. Si acaso una nación de naciones como apunta Maragall, aunque él prefiere atribuir la autoría de la fórmula a Herrero de Miñón, como se sabe, padre de la Constitución, recolocado por la fundación Sabino Arana y según algunos, autor intelectual del Plan Ibarretxe. Para Imaz la fórmula de estado plurinacional acordada por los partidos nacionalistas en la Declaración de Barcelona de julio de 1998 es más adecuada.