Los grandes editores, de vacaciones ante el mayor ataque a la libertad de prensa de toda la época democrática. Moncloa y Rubalcaba hacen saber a los editores que el nuevo órgano censor, -el CEMA- va en serio, no es un globo sonda. Es decir, avanzamos hacia un Estado totalitario. En privado, Jesús Polanco advierte que el Consejo es una barbaridad, pero no planteará batalla por ello. La idea del dimitido Miguel Barroso se transforma en realidad: la COPE actual se ha convertido en la coartada del PSOE. Tras destruir el derecho a la objeción de conciencia, Zapatero prepara unos medios de comunicación dóciles, pieza clave para perpetuarse en el poder

Ya lo dijo la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, en aquel viaje-trampa al Vaticano, al saludar al secretario de Estado, Angelo Sodano según nos informó La Razón-, en una frase que no debería olvidarse nunca: Le saluda la vicepresidenta del Ejecutivo que gobernará España durante los próximos 25 años

El Vaticano cuenta su edad por siglos, no por años, por lo que el viejo obispo le respondió que para entonces esperaba verlo desde el Cielo, una mención al otro mundo que, al parecer, molestó muchísimo a la señora vicepresidenta.

Pues bien, en vísperas de Navidad, y a través del diario El País el Ejecutivo suelta la bomba: siguiendo el precedente catalán, el ministro de Industria, José Montilla, cumple el testamento del ex secretario de Estado de Comunicación. Miguel Barroso, verdadero cerebro de la operación mordaza, y filtra a El País el proyecto de creación de un Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, organismo censor nombrado por los partidos políticos que decidirá qué medios informativos mienten y cuáles no, las sanciones que debe imponer a los mentirosos, así como el cierre de radios y televisiones. La coartada perfecta para el atentado directo contra la libertad de prensa, ya sin tapujo alguno y con todo el respaldo legal, más fuerte de todos los vividos durante la etapa democrática, ha sido la posición de la cadena COPE, el órgano tradicional más duro con el Ejecutivo.

No hay que olvidar que Miguel Barroso, artífice de la operación, siempre se mantuvo, no sólo condescendiente, sino incluso laudatorio con la COPE y con Federico Jiménez Losantos. En su ataque contra la prensa independiente de Internet, por ejemplo, en la que Barroso solicitaba a las grandes empresas que ahogaran a los confidenciales de la WWW, dejaba siempre a un lado a Libertad Digital.

Por su parte, Alfredo Pérez Rubalcaba, que a pesar de sus pésimas relaciones con Barroso está continuando su obra, puede decirse lo mismo : para el ministro Montilla, para Rubalcaba, e incuso para Polanco, la COPE se ha convertido en la coartada perfecta: hacemos esto, dijo el viernes 23, Teresa Fernández de la Vega tras defender la creación del CEMA, para defender derechos, la misma tesis del ministro Montilla y cía: si la COPE falta la verdad, insulta e incita al odio, el Estado debe defender a los ciudadanos. Ni que decir tiene que el Estado es el PSOE y que los ciudadanos son, preferentemente, los votantes del PSOE, la progresía en sus más variadas versiones ideológicas, sean progresistas de izquierdas o de derechas. El numerito montado con la broma a Evo Morales, de mal gusto, sí, pero una nimiedad a fin de cuentas, es la mejor demostración.

En cualquier caso, Rubalcaba ha hecho saber a los editores que este no es un globo sonda, sino una realidad, que van a en serio, y que el CEMA continuará adelante, y que forma parte del proyecto de mantenerse en el poder durante los próximos 25 años, a costa de lograr un pensamiento único en los medios. Asimismo, -él sabrá por qué lo dice- asegura que el grupo Polanco no será beligerante en ese terreno, a pesar de que el abuelo Porretas, como se refieren a Polanco en el nuevo PSOE de Zapatero- acepta ante otros editores que lo del CEMA es una barbaridad. Otra cosa es lo que haga en la práctica. Según Rubalcaba, Polanco está en el ajo y con su apoyo el Gobierno conseguirá que el trágala sea tragado por todos los grandes editores. Porque eso es lo más curioso. Las malas noticias siempre en víspera de Navidad, o de Jueves Santo, o el 31 de julio. Así, el hombre de Berlusconi en España y jefe de Tele 5, Paolo Vasile, no ha interrumpido sus previstas vacaciones. Maurizio Carlotti, consejero delegado de la televisión de mayor audiencia (A-3 TV), está de vacaciones en Venecia y Austria, su jefe, José Manuel Lara, en Sevilla, la SER guarda silencio y José María Bergareche, el primer ejecutivo del grupo Vocento, también ha decidido poner tierra por medio. El 9 de enero prometen reunirse, tanto las patronales de TV privada (UTECA) como las de radio, pero lo cierto es que da la impresión de que el Gobierno Zapatero ya se ha salido con la suya y salvado el primer impacto, y un primer impacto sin respuesta es muy importante. Pero las vacaciones navideñas son lo primero. Por cierto, cuando un ejecutivo de un importante grupo empresarial se dirigió a Rubalcaba para decirle que el CEMA no podía ser cierto, y preguntarle que si se trataba de una broma, éste le respondió que en modo alguno.

El hoy saliente secretario de Estado de comunicación, Miguel Barroso, es el autor de este pieza clave para que Zapatero pueda lograr su sueño de mantenerse en el poder otros 25 años. Abrió Canal Plus y creó La Sexta para su amigo José Miguel Contreras (de ahí el nombre de los migueles como se les conoce en los círculos políticos y editoriales madrileños), un canal donde, cuando venza su fase de incompatibilidad, seguramente trabajará Barroso.

Por si fuera poco, Barroso dejó hecho un reparto televisivo en el que chantajeó a todo el oligopolio de editores a cambio de anticipar (a lo mejor no lo anticipan tanto) la TV digital, consiguió que todos los grandes editores y periodistas con mando ejecutivo, incluidos Recoletos, Vocento y Pedro J. Ramírez, pasaran por el aro y aceptaran tanto a Cuatro como a La Sexta. A partir de ahí, quedaba la pieza maestra: el nuevo Consejo Audiovisual, es decir, conseguir que en toda España hubiera la misma libertad capitidisminuida que reina en Cataluña, con un organismo censor que incluso puede revocar licencias, pero que, en cualquier caso, otorga crédito democrático a esta ley mordaza a favor del zapaterismo eterno. A fin de cuentas, los tiranos son los que más invocan la libertad.

Y otra de las constantes de Barroso es que la COPE significaba la coartada perfecta. El espíritu atrabiliario de Federico Jiménez Losantos es el ideal para justificar medidas totalitarias de este calibre. La cosa empezó con un presidente de la CNMV, Manuel Conthe, que pretendía, y pretende imponer censura previa a periodistas y analistas bursátiles, en aras de la libertad de mercado. Ahora, llega el Consejo Audiovisual, con la coartada COPE por emblema.

El recorte de libertades del zapaterismo ha tenido antes otros frentes que una sociedad adormecida ha dejado pasar. Por ejemplo, al mismo tiempo que De la Vega lanzaba sus derechos en forma de mordaza, se conocía la dimisión del juez de paz de la localidad madrileña de Pinto, por negarse a casar homosexuales. Dice alonso que la reforma del Código Civil de Zapatero que eleva a matrimonio las uniones entre personas del mismo sexo, no articula caminos para que quien no acepte esta realidad no se vea obligado a violentar su conciencia, a negar sus convicciones más profundas. En otras palabras, que el zapaterismo se ha cargado el derecho a la objeción de conciencia en España, y sin derecho a la objeción no puede hablarse ni de libertad, ni de Estado de Derecho, ni de democracia. Si a alguien le parece que esto es una exageración, recuerden lo que ocurrió en Francia en 1981, cuando subieron al poder los socialistas duros del entonces duro Miterrand. Nadie se creyó que cumplirían su promesa electoral de nacionalizar la banca y las grandes empresas, pero lo hicieron. El experimento fue tan desastroso que los franceses se dejaron muchos jirones de dinero y prestigio para desmontar el tinglado estatalizador del PSF. Pues bien, la censura de prensa o la supresión del derecho a la objeción de conciencia son atentados contra la libertad mucho más graves que la nacionalización de empresas.