• Plan calcado del de su hermano Jaime en Bankinter, con el tridente Pedro Guerrero, Alfonso Botín y Dancausa Ceo
  • Y se enfrenta a los inversores institucionales, a los fondos, quienes se niegan a admitir que el Santander sea un banco familiar.
  • La fecha límite para culminar el proceso sucesorio es octubre de 2014, cuando Botín cumpla 80 años.
  • Y se equivoca quien piense que Ana Patricia, su primogénita, es un elemento pasivo en la batalla. De hecho, su gente ya está desembarcando en puestos claves de la entidad, sobre todo en banca de inversión.
  • Ojo, a los fondos tampoco les gusta Echenique, pues le consideran albacea testamentario de la familia Botín.
  • Los Rodríguez Inciarte, Juan y Matías, son sólo una solución... si falla el proyecto de la familia Botín.
  • La opción externa, por ejemplo, Juan María Nin, sería mejor aceptado por los fondos, pero tiene pocas posibilidades.

Emilio Botín ya ha diseñado su sucesión: quiere a su fiel Rodrigo Echenique (67 años) (en la imagen) en la Presidencia, a su primogénita, Ana Patricia Botín, como vicepresidenta ejecutiva y a Javier Marín como Ceo. Una fórmula calcada de la que su hermano Jaime ha aplicado en Bankinter: presidente Pedro Guerrero, vicepresidente ejecutivo su hijo, Alfonso Botín. De esta manera se intenta salvar la oposición de los fondos.

El problema de los fondos institucionales es que son poco institucionales. Si hay algo que les gusta votan en contra en las juntas y si la cosa no cambia, y aún les gusta menos, lo que suelen hacer es vender su participación o parte de ella.

Pero ocurre que estas entidades dirigidas por anónimos, que administran un dinero que no es suyo, controlan todas las grandes empresas y bancos del mundo -salvo los públicos, claro está-. Sus estructuras son livianas pero sus consensos -antes llamados tópicos- son pétreos y muy pesados.

Uno de esos tópicos consiste en que no les gusta, lo que se dice nada, los bancos familiares. Traducido al Santander, no quieren que Ana Patricia Botín suceda a Emilio Botín como presidenta de la entidad.

Pero Emilio Botín, y sobre todo Ana Patricia, no piensan igual. Veamos, la fecha prevista es octubre de 2014, cuando Botín cumpla los 80 años, pero el proceso debe comenzar ahora mismo si se quiere plantear bien. Como Botín le dijo a Francisco Luzón cuando le fichó: "esto es un banco familiar". Y quiere que lo siga siendo. Su hijo Javier, consejero, como Ana Patricia, del Santander aún no está maduro.

Por de pronto, Ana Patricia está colocando a su gente, casi toda ella procedente de su etapa Banesto, en puestos clave, especialmente en banca de inversión. Dos nombres: José García Cantera y Juan Guitart.

Y no, no se entiende con Javier Marín, el sucesor de Alfredo Sáenz en la Consejería Delegada... ni le quiere como Ceo. Pero las circunstancias obligan. En cualquier caso, ella estará por encima, como vicepresidenta ejecutiva.

Y con Echenique, cuidado. Ocurre que a los fondos tampoco les gusta, porque saben que es nada menos que el albacea testamentario de los Botín.

Para Emilio Botín, Echenique representaría un periodo de transición para luego ceder el paso a... Ana Patricia Botín. Un detalle: esta salida ya la intentó Francisco Luzón, para auparse hasta la Consejería Delegada... y le costó el cargo. Claro que ahora sería la propia familia Botín quien lo implementaría. Y, además, Sáenz ya se ha jubilado.

Queda la opción de los hermanos Rodríguez Inciarte, Juan y Matías, sobre todo de este último. El ex ministro con UCD, don Matías, es ya todo un nombre del Nuevo Orden Mundial (NOM), especialmente con su Presidencia de los Premios Príncipe de Asturias. Pero sólo es la opción a la que Botín recurriría si no es capaz de resistir la presión de los grandes inversores.

A los fondos les gustaría más la opción, ya apuntada en estas pantallas, de Juan María Nin, actual Ceo de Caixabank, pero la pirámide de directivos del Santander también tendría algo que decir en este punto. No, la troika Echenique-Ana Patricia-Marín es la elegida. Veremos si lo consigue.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com