La alianza Chirac-Botín-Zapatero amenaza la libertad de mercado en España. ¿Qué le debe el presidente del Gobierno español a los franceses? France Telecom, empresa pública, sí puede entrar en España pero Telefónica no puede hacerlo en Francia. Además, si FT no ofrece más de 9.750 millones de euros por AMENA

Si hemos de hacer caso a quienes están en el ajo, hoy mismo, lunes 18, a lo máximo mañana, martes 19, se dará salida al culebrón AUNA y de la peor forma posible. Tal y como ha venido informando Hispanidad (ver edición del martes 12 de julio), la sombra de France Telecom, la teleco de bandera gala se cierne sobre el proceso, hasta ahora controlado por fondos de capital-riesgo anglosajones. En definitiva, lo que quiere Emilio Botín, presidente del Santander Central Hispano (SCH) es trocear AUNA, de tal forma que los móviles de AMENA vayan a parar a France Telecom y AUNA Cable, telefonía fija, quede en manos de ONO, presidida por Eugenio Galdón y con el apoyo de fondos de capital riesgos de carácter especulativo, dirigidos por Providence.

Si se confirma esa posibilidad, estaríamos ante la peor de las opciones: se rompe la unidad de la única empresa que podía competir con telefónica, al tiempo que se deja la tecnología en manos de fondos especulativos y de especuladores particulares, es decir, de Eugenio Galdón.

Además, se le otorga a una teleco de bandera como France Telecom, participada por el Estado francés, que ha recibido ayuda absolutamente ilegales del Gobierno francés, por valor de 9.000 millones de euros (España cerró sus astilleros por recibir subvenciones que no alcanzan las sexta parte de esa cantidad), una cuota de mercado del 18% de la telefonía móvil española. Todo un pacto, Chirac, Botín, Zapatero. Chirac mete a FT en España, Botín da un pelotazo tremendo y Zapatero entrega el mercado español a los franceses.

Es decir, justo lo contrario que hicieron alemanes y franceses con Telefónica. Cuando la operadora de bandera española intentó entrar en Alemania, la broma le salió por 5.000 millones de euros de pérdidas, dado que el Gobierno alemán le hizo la vida imposible a Telefónica después de haberle cobrado el oneroso peaje de entrada. Chirac intentó repetir la broma en Francia, pero con una Telefónica ya escaldada en Alemania y un sector reticente, el asunto no funcionó. A día de hoy, la compañía que preside Alierta aún no ha conseguido entrar en el país vecino.

¿Y por qué France Telecom se niega a comprar la totalidad de AUNA? Porque considera que en telefonía fija a dispone de Uni2 y Wanadoo (en integración) y porque, además, el negocio está en el móvil

No sólo eso, sino que los propios fondos especulativos han cumplido en tiempo y forma con el concurso abierto, realizando sus ofertas. Ahora, si se confirma la oferta de France Telecom, nos encontramos con un postor que se lleva la parte del león con una puja fuera de plazo.

¿De cuánto debería ser esa oferta Pues si consideramos que KKR ha ofrecido 12.500 millones de euros por el total de AUNA, y que ONO se quedó en 2.750 millones por la telefonía fija, necesariamente France Telecom tendría que pagar por los móviles de AMENA no menos de 9.750 millones de euros, 10.000 milloncejos, si lo prefieren en cifras redondas. Todo lo que baje de ahí resultaría aún más sospechoso de favoritismo.

Es más, fuentes del sector bancario advierten que si Emilio Botín se sale con la suya, no se podría entender este favor a los franceses si no fuera a cambio de un banco en Francia para el Santander. Ese es un cambalache que a Jacques Chirac (el Estado francés posee más del 40% del capital de FT) le puede gustar. Y a Botín, claro está. Lo que no se sabe es lo que gana Zapatero, aunque sí lo que pierde Telefónica, las infraestructuras españolas y la libertad de mercado en España. En cualquier caso, cambiar banca por telefonía es una gran necedad, La banca se internacionalizará (ya lo está) quieran o no quieran los gobiernos. Sin embargo, las telecomunicaciones, al igual que la energía, son mucho más importantes para un país que la banca. Por decirlo de otra forma: si el trueque (FT en España a cambio de un banco para el Santander en Francia) se hace realidad, España perdería y Emilio Botín ganaría. Con razón, al presidente del SCH le llaman el vendepatrias.

Y a esta idea hay que unirle otra: si es ONO, propiedad de fondos especulativos, quien se queda con el cable de AUNA, la inversión en fibra óptica en España será mínima. Precisamente en una tecnología donde España camina con muy considerable retraso respecto al resto de Occidente, se ofrece el monopolio de este sector a unos fondos que sitúan su horizonte de rentabilidad en 3-4 años como para cablear Castilla y León, por ejemplo.

Pero es igual, no olvidemos que el presidente de France Telecom, Didier Lombard, se entrevistó el pasado lunes con el ministro de industria, José Montilla, un personaje cuyo ideario sobre las empresas estratégicas ha caído mucho. Comenzó su andadura ministerial afirmando que las licencias que concede el Estado española (por ejemplo, Amena) no pueden ser utilizadas para que unos ricos den un pelotazo. Pues bien, el caso AUNA puede ser utilizado por Emilio Botín para dar un pelotazo, meter la zorra en el gallinero y, de paso, especular con la fibra óptica en España. Sí, especular, ¿o es que alguien duda de que Eugenio Galdón es el testaferro de Emilio Botín, además de socio en sus negocios particulares del vicepresidente del SCH, Matías Rodríguez Inciarte?

En resumen: AUNA se trocea, los móviles pueden ir a France Telecom, la fibra óptica, clave en la sociedad de la información futura, a fondos especulativos. Aquí todo el mundo pierde, menos Chirac y Botín. Lo de Zapatero es una incógnita, pero no pasa nada: ZP es un coleccionista de incógnitas.

Y a todo esto : ¿quién le parará los pies a Botín?