• Los fundamentalistas islámicos se quitan la careta: Están infiltrados entre los rebeldes sirios.
  • Pero Obama y Clinton siguen ciegos y sordos: mantienen su apoyo incondicional a los rebeldes y exigen a Al Assad que abandone el poder.

Por si alguien lo dudaba todavía, Al Qaeda está infiltrada y controla a la oposición rebelde siria. Así lo cuenta este miércoles el diario International Herald Tribune que recoge las declaraciones vertidas por los militantes de la organización terrorista que forman parte del bando rebelde. Los miembros de Al Qaeda han asegurado que la revolución siria está siendo un éxito para ellos, ya que les está permitiendo formar nuevas células suicidas con las que poder promover la 'Yihad' -Guerra Santa-.

Lo más sorprendente de la entrevista llega cuando los portavoces de la banda terrorista narran cuáles son sus planes. Entre este sentido, han reconocido que las últimas oleadas de atentados salvajes en Iraq y Siria tienen un objetivo claro, que no es otro que la creación de un gran Estado Islámico compuesto por Siria e Iraq -lo que se asemejaría a un intento de resucitar el desaparecido Imperio Otomano, uno de los grandes sueños del eterno líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, quien falleció el año pasado en una operación militar emprendida por las fuerzas especiales del Ejército de Estados Unidos-.

No obstante, los planes expansionistas del extremismo islámico no acaban allí, ya que los portavoces fundamentalistas en Siria han asegurado que con ese Estado islámico compuesto por Siria e Iraq buscarían declararle la guerra tanto a Israel, el único país occidental de la región -ya que uno de los objetivos de Al Qaeda es 'liberar' la 'tierra ocupada' de Palestina- y también al chií Irán, el gran enemigo histórico de Iraq y, también enemigo de los rebeldes sirios de religión suní.

Sin embargo, lo más sorprendente de todo este asunto es que, a pesar de que los militantes de Al Qaeda ya no se esconden entre la oposición siria, sino que ya se atreven a manifestar públicamente su pertenencia a la misma, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama (en la imagen) y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, continúan defendiendo la misma posición que han adoptado hasta ahora, que no es otra que el apoyo incondicional a los rebeldes sirios y la reiterada petición de salida del poder por parte de Bashar Al Assad. La última vez, en el día de ayer cuando Clinton, en una conferencia con el primer ministro de Haití, mandó un mensaje de apoyo a los opositores sirios y celebró el reciente avance de las milicias rebeldes, que según Clinton, controlan una parte notable del territorio sirio.

La situación en Siria recuerda cada vez más a la de otros países donde han triunfado las revueltas de la 'primavera árabe', sin embargo, Occidente continúa adoptando la misma postura que hasta ahora: dejar caer a los regímenes seculares y permitir que sean reemplazados por dictaduras islámicas, como ya ha ocurrido en Egipto y Túnez. ¿Ocurrirá lo mismo en Siria? Todo apunta a que sí.

Gabriel López

gabriel@hispanidad.com