El listado es estremecedor. Asesinos condenados a 221 años de prisión, ven la calle en apenas 19. La razón, ya la sabemos, la aplicación de los beneficios penitenciarios dispuestos en el Código Penal de 1973. Una situación que desaparece con el Código Penal de la democracia de 1995. En aplicación al prinicpio de la irretroactividad de la ley penal, aquellos condenados antes de 1995 son acogidos a estos beneficios.

Y como se ve en el listado, la excarcelacion no es una novedad de este gobierno que cocina junto a Batasuna una tregua. La excarcelación fue aplicada por gobiernos socialistas, populares y 'zapateristas'. El Gobierno insiste en que no goza de margen de maniobra para actuar. Un discurso reitarado por el Alto Comisionado para las Víctimas, Gregorio Peces-Barba.

Y esa es una verdad a medias. Porque el Gobierno no puede saltarse la ley. Pero sí puede dejar de anunciar que la aplicará con generosidad. Al revés, podría aplicarla con criterio estricto para evitar la alrma social natural. Por ejemplo, podría empezar por revisar los beneficios derivados de estudiar en la UPV. Las denuncias de expediente de etarras que han cursado sus estudios en la Universidad del País Vasco se agolpan.

Porque la UPV se ha convertido en un verdadero coladero, un expendedor de títulos gratuito con un doble efecto : recortar la pena y colocar en sociedad a quien no ha demostrado tener capacidad alguna de vivir en sociedad. ¿Qué tal revisar los expedientes en lugar de amenazar con investigar quién los ha filtrado a la prensa?