El director de Hispanidad publicaba ayer un artículo sobre Vimesa, la empresa de Antonio Fábregues que ha bloqueado las emisiones de Popular TV en Madrid porque exige 36.000 euros mensuales a la empresa de la COPE por no bloquearle su señal. De hecho, en la capital no puede verse Popular TV, porque este pirata pretende seguir cobrando por ceder una licencia que nadie le ha concedido. El arzobispado de Madrid ha denunciado los hechos y Fábregues ha respondido con un comunicado insultante de sus contratados, la agencia de comunicación Efecto Dominó (muy bueno lo tuyo, Dalda), donde se ridiculiza al Obispado madrileño.

Pues bien, apunten este complemento. Fábregues es el proveedor más importante de Radio María, en todo tipo de transmisores radio-enlaces, antenas etc., y cobró religiosamente por su trabajo. Y es que hay gente tan religiosa que logra vivir de los curas y, si es necesario, fastidiar a los curas. El negocio, señores míos, es el negocio.