Sr. Director:

Que intelectuales de prestigio se unan para denunciar la situación real que se vive en Cataluña, es importante. Que Albert Boadella haya denunciado amenazas de muerte (no es el primero que lo hace en Cataluña en los últimos 24 meses) por no ser nacionalista, ni catalanista, es normal.

Este es un país de ficción. El Parlament no refleja el sentir de la calle. El 44 por ciento de los ciudadanos consideran que Cataluña es una región española, pero el 100 por 100 del Parlament quiere ser una Nación.

El cincuenta por ciento tienen aquí el español por su lengua propia, pero en el Parlament no se puede hablar en español. Lengua perseguida por el ejecutivo autonómico. ¿Qué más se puede pedir?

Albert Boadella, Xavier Pericay, Félix Ovejero, Carlos Trías, Iván Tubau, Félix de Azúa, Arcadi Espada, Francesc de Carreras, Pons Puigdevall, Ferrán Toutain, etc. no son precisamente obreristas ni castellanohablantes lerrouxistas, ni gente de la base, pero por lo menos tienen la valentía de denunciar el pujolismo, al PSC catalanista y traidor a sus votantes españoles, a ERC extrema derecha catalana (Azúa), sin duda, y la nadería de un PP acomplejado de Piqué (ex-PSUC). Permanezcan atentos a las pantallas y a la noticias.

¿Será capaz del PSOE de poner en pie su Federación Catalana del PSOE? ¿Será capaz Vidal-Quadras de encabezar el españolismo de derechas en Cataluña?

Estos intelectuales, ni ninguno, no van a ser capaces de representar a millones de castellanohablantes de Cataluña, ni a los que consideran que Cataluña es una Región de España. Pero, por lo menos, han declarado la guerra al Dragón que ellos mismos contribuyeron a crear, y que, como Serpiente, han alimentado en buena medida desde hace años. Incluso con cargos, subvenciones y prebendas.

Cataluña es hoy por hoy un país de ficción, donde el Parlamento se burla del pueblo que lo votó. La lengua mayoritaria no es usada, y la Nación de su gente es ocultada y perseguida. Caso único en al mundo.

Empiezan algunos intelectuales a desandar el camino. Bienvenidos sean. Y que dure.

Laia Llovet C.

catalunyaitolerancia@hotmail.com