Tras el acuerdo telefónico Zapatero-Merkel (Hispanidad, 6 de septiembre de 2006), continúa el paripé de la OPA sobre Endesa. Aunque todo el mundo sabe que E.ON tiene vía libre y que se hará con la totalidad de Endesa, Bruselas y el gobierno de Madrid continúan diciendo necedades al respecto. Así, el portavoz de la Comisión Europea para la competencia, Jonathan Todd, ha advertido a España y a Alemania muy seriamente- que no admitirán acuerdos bilaterales para desbloquear la OPA. Al mismo tiempo, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, insistía en las tesis de Solbes: las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía, así como los argumentos de la propia Comisión Europea, se admitirán siempre que estén bien fundamentadas. Lo cierto es que el Gobierno español se dispone a vulnerar la ley que él mismo promulgó, según la cual el dictamen de la CNE era vinculante y no consultivo. Y, al mismo tiempo, Vegara y Solbes saben que aceptarán los argumentos de Bruselas, es decir, que no se ponga condición alguna a E.ON.

Es decir, todos saben cuál es el final de la obra, pero no renuncian a salir a escena.