• Corea del Norte 'saluda' al Pontífice lanzando tres misiles de corto alcance y el Sur, con la cálida acogida y su presidenta al frente.
  • A los dos países les dice que "la paz no requiere olvidar las antiguas injusticias, pero sí el perdón, la tolerancia y la cooperación".
  • Y a los obispos que "si el rostro de la Iglesia es ante todo el rostro del amor, los jóvenes se sentirán cada vez más atraídos".
  • Todo preparado para la VI Jornada de la Juventud asiática, para la que ha puesto bastantes pegas China.

El Papa ya está en Corea del Sur, donde permanecerá hasta el día 18. Ya ha pronunciado sus primeros discursos y todo se prepara para una Misa en la catedral de Seúl, en la que Francisco (en la imagen junto a Park Geun-Hye) enviará un mensaje por la paz y la reconciliación entre las dos Coreas, según Ratio Vaticana. La primera anécdota ha sido el recibimiento al Papa de Corea del Norte: ha lanzado tres misiles de corto alcance, unos minutos después de que aterrizara en Seúl. Nada que ver con la cálida acogida de los coreanos del sur, con su presidenta, Park Geun-Hye, al frente. La segunda anécdota, lógica, es que el Papa se ha pasado al inglés para entenderse.

En su primer discurso, Francisco se ha dirigido al país, animando a las dos Coreas a reconciliarse, y "a reflexionar sobre cómo estamos transmitiendo nuestros valores a la siguiente generación, y la clase de mundo y de sociedad que les entregaremos". A una cruenta guerra, que acabó hace 66 años, no le ha seguido una paz precisamente fecunda en esa región. El antídoto propuesto por el Papa es muy sencillo: "la paz no requiere olvidar las antiguas injusticias, pero sí el perdón, la tolerancia y la cooperación".

El Papa también se ha reunido con los obispos, con los que ha entrado a fondo, digamos, en otras cuestiones más trascendentales para un viaje apostólico. Les ha dicho que "la Iglesia en Corea vive y se mueve en medio de una sociedad próspera pero cada vez más secularizada y materialista". Y en esas circunstancias, que se repiten en otras partes del globo -en Europa, sin ir más lejos- los pastores "sienten la tentación de adoptar no sólo modelos eficaces de gestión, programación y organización tomados del mundo de los negocios, sino también un estilo de vida y una mentalidad guiada más por los criterios mundanos del éxito e incluso del poder". Aguda observación.

Se ha referido también a los mártires y a los pobres, un ejemplo y un reto, convencido de que "si el rostro de la Iglesia es ante todo el rostro del amor, los jóvenes se sentirán cada vez más atraídos", en el que encajan tanto los primeros como los segundos.

Corea es una tierra de misión ha dicho varias veces, que se reconoce en "el florecimiento de parroquias activas y de movimientos eclesiales, en sólidos programas de catequesis, en la atención pastoral a los jóvenes y en las escuelas católicas, en los seminarios y en las universidades". Y en relación a los pobres, ha situado también entre ellos a "los refugiados y los inmigrantes" y los que viven al margen de la sociedad, para integrarlos con "la caridad, muy necesaria, para que crezcan como personas".

Como se sabe, la de hoy es la primera jornada del Pontífice en Corea del Sur, donde beatificará a 123 mártires y participará, en Daejeon, en la VI Jornada de la Juventud asiática, para lo que ha puesto bastantes problemas, por cierto, China.

Cristina Martín

mariano@hispanidad.com