Sr. Director:
Ha fallecido, en accidente de tráfico,  Manuela Camagni, una religiosa al servicio de la casa del Papa
Yo siempre me he sentido orgullosa de que tanto mis abuelos como mis padres trataran a sus sirvientes como si fueran de nuestra familia, y, quizá por eso, me impacte la atención del Santo Padre hacia esta mujer, religiosa de Memores Domini.  Extraigo de las palabras de Benedicto XVI: San Buenaventura dice que en la profundidad de nuestro ser está inscrita la memoria del Creador. Y precisamente porque esta memoria está inscrita en nuestro ser, podemos reconocer al Creador en su creación, podemos acordarnos, ver sus huellas en este cosmos creado por Él. Dice también san Buenaventura que esta memoria del Creador no es sólo memoria de un pasado, porque el origen está presente, es memoria de la presencia del Señor; es también memoria del futuro, porque es certeza de que venimos de la bondad de Dios y somos llamados a alcanzar la bondad de Dios. Por ello en esta memoria está presente el elemento de la alegría, nuestro origen en el gozo que es Dios y nuestra llamada a llegar al gran gozo. Y sabemos que Manuela era una persona interiormente penetrada por la alegría, precisamente por esa alegría que deriva de la memoria de Dios. Pero san Buenaventura añade también que nuestra memoria, como toda nuestra existencia, está herida por el pecado: así la memoria está oscurecida (),y ya no podemos llegar al fondo. Por ello, a causa de este olvido de Dios, también la alegría está oscurecida. Sí, sabemos que somos creados para la alegría, pero ya no sabemos donde se encuentra, y la buscamos en diversos lugares. Vemos hoy esta búsqueda desesperada de la alegría que se aleja cada vez más de su verdadera fuente, de la verdadera alegría (). Me recuerda a San Agustín: Señor, nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que le encuentra.
Keka Lorenzo de Astorga