La agencia Zenit resume el discurso de Benedicto XVI al embajador de las Islas Seychelles, el país más rico de África, pero también uno de los más endeudados. En efecto, el archipiélago cuenta con una deuda pública del 122,8%.

Según el Papa, se trata no sólo de sanear la economía, sino también y sobre todo de una cuestión de justicia social. Además, sanear las cuentas de la nación, también supone ofrecer un marco más seguro para la actividad económica y proteger más a las poblaciones más pobres y más vulnerables.