Jesús Cacho, fundador y capo de nuestro colega Elconfiencial.com es hombre querido y apreciado en esta casa. Nos consta su honradez profesional, por lo que estamos convencidos de que ha sido un error, un lapsus, un olvido, lo que le ha llevado a basar todo su artículo publicado en el diario El Mundo, domingo 27, en su sección la Rueda de la Fortuna, a la bronca que le dedicó Jesús Polanco a Rodríguez Zapatero durante la recepción real a Hu Jintao. Las pruebas: ver Hispanidad del miércoles 23 y ver la Rueda de la fortuna de Jesús Cacho, domingo 27 de noviembre.

No lo decimos porque nos fastidie, que sí nos fastidia. Lo decimos porque la campaña permanente del oligopolio informativo español, del que forma parte El Mundo, contra los medios digitales, se enraíza en unas cuantas mentiras muy repetidas por grandes altavoces. Uno de estos embustes consiste en afirmar que los digitales copian a los medios tradicionales, especialmente a la prensa, cuando lo que realmente ocurre es justamente lo contrario. Y esto sí es un fenómeno digno de ser reseñado. Por ejemplo, todos los diarios regionales fusilaron de Hispanidad, martes 22, sin citar una sola vez- el reparto de canales digitales que el Gobierno Zapatero repartió entre el oligopolio en el Consejo de ministros del pasado viernes 25, cerrando el paso a todo aspirante al Olimpo de los grandes editores, con la excepción, por supuesto de La Sexta, que se ha convertido en el canal del zapaterismo, ahora que el zapaterismo y el polanquismo empiezan a ser dos realidades antagónicas -progres ambas, pero con intereses contrapuestos-. Zapatero, como aclaramos en la presente edición, pretende crear su propio grupo mediático adicto, y hasta ha corrompido al antes genial latigazo, y hoy servil corderillo de Buenafuente, socio de La Sexta, que, miren qué casualidad, se ha convertido en un dócil seguidor del Gobierno Zapatero y reserva sus dardos más afilados para el PP y, sobre todo, para la Iglesia. El viraje de las noches del señor Andreu Buenafuente ha resultado espectacular durante la presente temporada, de la mano de La Sexta.

Los medios independientes e Internet no tienen ningún interés en fusilar a los tradicionales, especialmente a su competidor principal, que es la prensa en soporte papel. Los confidenciales digitales sabemos perfectamente que una de dos: u ofrecemos información exclusiva o los medios tradicionales, más bien conservadores, nos ganarán la batalla, simplemente porque ofrecen más cantidad de información o incluso caso de la radio- más instantaneidad. Simplemente, el oligopolio informativo que controla España (Polanco, Lara y Bergareche, Pedro J. Ramírez y Jaime Castellanos) utiliza el arma del silencio para no reconocer a los confidenciales ni el mero estatuto de identidad. Simplemente, no existen. No es bueno que quienes están en medios digitales incurran en el mismo fallo.

Al oligopolio le preocupan dos cosas: la prensa gratuita, porque les quita lectores y anuncios., y la prensa digital, porque le quita influencia. Las peleas entre ellos por presuntas posturas ideológicas contrapuestas no son más que toreo portugués: sin la suerte de matar.