Sr. Director:

El concepto de "crisis", del que tanto se habla ahora y no se hablaba cuando se debía hacerlo, parece ya desfasado para expresar lo que está pasando.

 

Porque la crisis económica no puede explicarse sin relacionarla con otros procesos, entre ellos el ofuscamiento de las identidades nacionales y lo que se ha llamado el "nomadismo afectivo y sexual" que destruye las familias.

Y así entramos en el laberinto que parece sin salida porque las llaves maestras para abrir las puertas las ha ocultado el ofuscamiento ideológico posmoderno. Lo importante es darse cuenta de lo que ocurre y Rajoy ha encontrado al menos una primera llave: la del sentido común que envuelve buena parte de las medidas anunciadas por el Gobierno.

Ahora hace falta algo que no pueden hacer sólo los gobiernos: recuperar una cultura del bien común, de la solidaridad, de la búsqueda de la verdad, una cultura que reconozca la dignidad del hombre y que no censure sus grandes preguntas. Sólo así saldremos fortalecidos de esta crisis. El ofuscamiento laicista y post moderno que están mostrando con la agresiva ofensiva desencadenada contra el obispo de Alcalá de Henares es un claro ejemplo.

Jesús D Mez Madrid