Los islamistas amenazan con asesinar a un ex militar británico prisionero. El premier David Cameron (en la imagen) ya ha dicho que no negociará un rescate -medida dura pero necesaria- pero también que no intervendrá en Iraq-Siria, donde estos fanáticos campan por sus respetos.

Tampoco dice nada sobre el semillero de terroristas que ha credo en su propio país -me temo que también en España- con la inmigración islámica y con los chiflados británicos convertidos en fanáticos musulmanes.

Cameron se aliena así con la cobardía occidental frente al Islam. Al parecer, Cameron no está dispuesto a hacer frente al mal ante su ya inminente cita electoral. Ni en Reino Unido ni en Iraq. Sólo cuando los norteamericanos le han exigido un mayor compromiso, el primer ministro británico ha respondido que ha dispuesto la aviación británica al servicio de los norteamericamos para bombardear el califato. Ahora bien, ni el proyecto de USA ni el de Gran Bretaña son suficientes.

Al parecer, pocos se dan cuenta de que estamos ante una Guerra -que puede ser global- contra el terrorismo.

El problema es: ¿cuántos europeos están dispuestos a defender su patria y, lo que es más importante, la civilización europea

Hispanidad

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