Guerra no ha dicho nada diferente a lo que pensamos los socialistas: que el nacionalismo no puede estar por encima del principio de solidaridad. Así se expresaba a Hispanidad el vicepresidente de la comisión Constitucional del Congreso, José Andrés Torres Mora.

- Ya, pero Maragall a lo mejor no opina lo mismo, le espetamos

- Maragall no es del PSOE, es del PSC; pero todos los socialistas lo tenemos muy claro, responde.

Y es que la convivencia del PSC en el seno del PSOE es más bien compleja. Y a pesar de la foto entre Maragall y Zapatero del pasado 30, Maragall no deja de ser un grano en el trasero. Una buena razón por la que Ibarra no quiere acudir a la televisión a debatir con el líder popular extremeño el Estatut. Mejor en el Parlamento regional, responde el bellotacari. Mucho mejor. Y si no hay luz y taquígafos, infinitamente mejor.

La conversación con Torres Mora revela que los socialistas auténticos se encuentran extremadamente incómodos con una reforma estatutaria que señala a Cataluña como nación. No es extraordinariamente grave, respondía un lacónico Simancas. La pregunta es: ¿por qué todos aceptaron el sí como corderitos? ¡Menudo papelón! El presupuesto, imbécil, el presupuesto...