Sr. Director:
El Sr. Blecua ha sido siempre un vendido.
Nunca se ha mojado en el tema sobre la persecución del español en Cataluña y en el campo de la inmersión forzosa, porque para él era más cómodo, así mantenía su estatus de profesor de la casta privilegiada. Dar su opinión en público y decir que la inmersión y la imposición del catalán en los centros docentes y en las administraciones era una aberración le hubiese valido enemigos en la Universidad de Cataluña, pero no ha tenido la valentía de D. Rafael Lapesa Melgar ni  de D. Gregorio Salvador, ni de otros muchos, como Rodríguez Adrados, que han dicho la verdad cruda y dura. Él ha preferido mirar para otro lado y no mojarse, así ha vivido mejor, pero ha contribuido a que otros vivan perseguidos por el simple hecho de expresarse en su lengua materna, si ésta era el español, y por ser españoles. Para mí es una triste noticia que llegue a presidir la institución que debe defender lo que él precisamente no defiende: la Real Academia de la Lengua Española.
Manuel González Ferrer