Sr. Director:

La noticia de que una abogada haya tenido que ir a trabajar con su hijo de corta edad, ha sido noticia recogida en muchos medios de comunicación estos días.

El juez ha hecho lo que le parecía mejor, los clientes y la abogada parece que también. Pero ¿era lo mejor para el bebé?

Un niño nacido prematuro, que ha necesitado cuidados especiales desde su llegada al mundo por su bajo peso, auxiliado por una incubadora y recién dado de alta, ha sido protagonista de esta historia a su pesar.

El binomio estrés-infancia no es bueno conjugarlo y además tiene siempre consecuencias negativas para niños y padres.

Existe una conciliación, la de Familia y Hogar, que deberíamos tener más en cuenta si queremos proteger a los más débiles, los niños en este caso.

La maternidad como profesión debería ser respetada y valorada en todos los aspectos. Tal vez esa debe ser la batalla a ganar en las políticas familiares, los niños son los verdaderos protagonistas, porque estamos haciendo que sean los perdedores y eso no parece muy justo.

Pilar Pérez

piliperez@telefonica.net