El secretario general de CiU, Artur Mas, mostró, en la mañana del miércoles 2, su desconfianza por que el PP de Josep Pqué cambie su postura en relación a la reforma del Estatut. Recordó que los populares fueron la única fuerza política que concurrió a las pasadas elecciones sin una propuesta de reforma estatutaria y criticando el hecho de que eso se plantease. 

Hará lo que le dejen hacer, señaló apuntando a la dependencia madrileña de Piqué. No obstante, Mas se mostró abierto a que tal entendimiento sea posible: Ojalá se pueden incorporara a un gran pacto. La mano tendida llega cuando Mas recuerda que el acuerdo entre el PP y CiU, entre 1996 y 2000, permitió la supresión del servicio militar obligatorio, la supresión de los gobernadores civiles y la salida de las carreteras catalanas de la Guardia Civil de Tráfico. En el terreno simbólico y de autogobierno, no está nada mal, señala. 

No obstante, Mas cree que el PP aplicará la estrategia de la tijera: quebrar el consenso para que no tenga demasiados vuelos. Advierte que si esa es la estrategia no pasará nada porque no estén en el consenso. Añadió que si el precio de la unanimidad es el recorte de sus aspiraciones, no cederán. No estamos dispuestos a ceder la llave al PP en aras de la unanimidad concluye el líder catalanista.