Era uno de esos acuerdos que se aprueban en el fragor del Debate sobre el Estado de la Nación porque para algo útil tienen que servir estos debates. Pero el Gobierno se lo ha tomado en serio, y ha decidido abrir una mesa de diálogo todavía no sabemos con quién- sobre la energía nuclear. Pero, como ocurre con la única pregunta que formula un editorialista (¿a favor o en contra?) aquí el ministro ha dejado claro que el objetivo del diálogo es en contra. O sea, no se trata de dialogar sobre el futuro de la energía nuclear sino simplemente de dialogar sobre cómo terminar con la energía nuclear, que no es exactamente lo mismo.

Muy pocos especialistas creen en las energías renovables, con la excepción de la fusión nuclear o la de hidrógeno, y para ambas nos hacen falta unos cuantos estrados tecnológicos más. Pero es igual: lo que vende es la energía verde, a ello se aplican las compañías: que otro remedio les queda.

En cualquier caso, el titular de industria, José Montilla, lo ha dejado claro, durante su intervención en el Senado, en la mañana del miércoles: en 2011, la energía nuclear sólo puede suponer un 18,6% de la energía total producida.