Manos Unidas mantiene su política de enseñar a pescar en lugar de regalar peces

Cuando la inversión en petróleo caía, los especuladores jugaron con los alimentos y consiguieron aumentar sus precios. Así que el encarecimiento de las materias primas y los alimentos se convirtió en un nuevo componente de la crisis mundial que afectaba especialmente a los más pobres. La revista de Manos Unidas correspondiente a julio-septiembre de 2009 refleja la evolución de la ayuda alimentaria y del precio de los cereales en los últimos años. Según datos de la FAO, cuando los precios aumentan, las ayudas se reducen, es decir, cuando más necesaria, menor es la ayuda.

Aunque Manos Unidas se limita a exponer el dato, su filosofía es la misma. Se trata de llevar a los países más necesitados la capacidad técnica y el material necesarios para que no dependan de la voluntad de los países desarrollados: créditos, tierras, semillas, conocimientos En otras palabras, llevan a la práctica la teoría de no regalar peces, sino de enseñar a pescar.